_
_
_
_
Reportaje:

Sexo en el espacio

La NASA echa a Lisa Nowak, eje de un triángulo amoroso

Francesco Manetto

"Lo primero que haré será arrancarte la ropa...". La oficial de la Fuerza Aérea estadounidense Colleen Shipman, de 30 años, envió este mensaje el pasado diciembre. El destinatario, el piloto de la Marina asignado a la NASA William Oefelein, de 41 años, se encontraba entonces en una misión espacial a bordo del transbordador Discovery.

La autora del correo electrónico no deja claro si se refiere al traje de astronauta (para quitarlo hubiera necesitado un poco de tiempo y tal vez alguna herramienta) o a las vestimentas civiles, aunque sus palabras bastaron para desatar los celos de la ex amante de Oefelein, Lisa Nowak.

Esta oficial de la Marina de 43 años, con tres hijos, amante de los deportes y coleccionista de violetas africanas ha sido dada de baja del destacamento de astronautas de la agencia espacial un mes después de ser detenida en Florida y acusada de intentar secuestrar a Shipman, su rival en amor. La NASA se ha curado en salud advirtiendo, en un comunicado, que con esta medida de suspensión de Nowak no toma postura acerca de la inocencia o culpabilidad de la ex astronauta, que se reintegra ahora en la Marina.

A pesar de que Oefelein aseguró que su relación con Nowak terminó de forma civilizada el pasado enero, ésta no asimiló el golpe. Consiguió leer los tórridos correos electrónicos que se intercambiaban los amantes (ambos sospechan que tenía las llaves del apartamento de Oefelein, según contaron a los investigadores) e imprimió algunos, informa Space.com. En un ataque de celos, Nowak decidió viajar a Florida, donde vive Shipman y donde ésta conoció al astronauta durante un entrenamiento antes de su misión en el Discovery el pasado diciembre. Nowak compró entonces una gabardina, una peluca, un rifle de aire comprimido, un spray de pimienta y un paquete de pañales para poder conducir sin tener que parar en los 1.400 kilómetros que hay de distancia entre Houston (Tejas) a Orlando (Florida). Su intención era asustar a su rival. Aunque a Nowak le concedieron la libertad bajo fianza, la NASA no sólo le ha suspendido de empleo y sueldo sino que también le ha eliminado de la tripulación del próximo vuelo del transbordador, previsto para el mes que viene.

De este culebrón espacial los únicos en sacarle provecho han sido algunos productores cinematográficos. La sucursal estadounidense de la compañía británica Granada ya ha comprado los derechos de los artículos que el New York Times publicó sobre el caso. Y piensa convertir la historia de este triángulo de pasiones en una película o serie de televisión.

Nowak, segunda a la izquierda, con miembros de la tripulación del <i>Discovery</i> tras aterrizar en Florida.
Nowak, segunda a la izquierda, con miembros de la tripulación del Discovery tras aterrizar en Florida.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_