La Xunta tacha de "lamentable" que Vigo no sea sede de la cooperación con Portugal

El secretario general de Relacións Exteriores de las Xunta, Santiago Gómez-Reino, tachó ayer de "lamentable" la decisión de los gobiernos de España y Portugal, que endosó en particular al Ministerio de Economía, de conceder la sede del secretariado técnico de cooperación transfronteriza entre ambos países a Badajoz en vez de a Vigo. Sus declaraciones fueron inmediatamente contestadas por el vicepresidente de la Junta de Extremadura, Ignacio Sánchez Amor, que acusó al representante gallego se situarse fuera de las normas de "fair play" entre administraciones.

El cruce de declaraciones entre Gómez-Reino y Sánchez Amor ilustra la intensidad de la pugna que han mantenido Galicia y Extremadura por la sede del secretariado técnico, que supondrá una inversión de 19 millones de euros y la capacidad de gestionar la totalidad de la cooperación transfronteriza entre España y Portugal (350 millones hasta 2013).

El responsable de las relaciones exteriores de la Xunta admitió la "desazón" que le produce la decisión del departamento que dirige Pedro Solbes (fuentes consultadas por este periódico afirman que Portugal no optó por ninguna sede en concreto). La Xunta, explicó, ha "removido Roma con Santiago durante año y medio para que Vigo se convirtiese en la sede del secretariado". La entidad de la cooperación entre Galicia y la Región Norte de Portugal, la experiencia acumulada y la importancia del intercambio económico y de la población de ambos territorios deberían haber inclinado la balanza del lado de Vigo, en opinión de Gómez-Reino. Por ese motivo, dijo, se le "escapan las razones" que puedan haber motivado la decisión del Ministerio de Economía.

No obstante, Galicia mantiene su intención de poner en marcha, junto a la Región Norte de Portugal, la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) que se convertirá en "una pieza clave" en el futuro. La personalidad jurídica propia de la AECT permitirá, según Gómez-Reino, tomar decisiones "sin pedir permisos suplementarios y eso facilitará el trabajo conjunto".

La opinión del responsable de la acción exterior de la Xunta no ha sentado nada bien por parte extremeña. El vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor, aseguró que su comunidad tiene, "como mínimo", la misma capacidad que Galicia para hacerse cargo de la cooperación.

Sánchez Amor lamentó "la falta de deportividad de la Xunta" no haberles felicitado tras la designación de la sede. No han actuado dentro del "clima de fair play" que debe presidir la relación entre administraciones. Galicia "ha hecho un gran esfuerzo", reconoció el vicepresidente extremeño, pero tiene que asumir que "ya hay otros actores transfronterizos de su mismo peso y entidad".