La UAB lanza un plan para captar profesores de fuera de la universidad
Numerosos fundadores, en 1968, se jubilarán en los próximos años
La Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) quiere más profesores ajenos a la propia universidad. Para lograrlo, los captará de fuera a través de campañas de prensa. Los actuales profesores ayudantes y colaboradores ya no tendrán garantizado de facto una plaza fija. Serán sustituidos mediante campañas de prensa internacionales por becarios-investigadores captados de diferentes países para hacer su tesis, explicó el rector, Lluís Ferrer.
Los nuevos investigadores en formación permanecerán hasta cuatro años ligados a la universidad. Tendrán un contrato con una beca-salario de 20.000 euros al año.
La UAB ha recibido en pocas semanas 1.200 peticiones que se interesan por cubrir 250 plazas iniciales para investigar y realizar su tesis doctoral. Estos profesores recién incorporados "realizarán poca docencia y se centrarán en la investigación", recalcó el rector. Tras abandonar la universidad, durante al menos dos años después de leer su tesis, podrán presentarse a las plazas que se convoquen de la siguiente categoría: la de profesor lector, con contratos hasta por cinco años. Estos mismos profesores podrán optar luego, tras acreditarse en las pruebas, a convertirse en profesores titulares. "Nuestro plan pretende dos objetivos: atraer nuevos talentos al margen de los que ya tenemos dentro y aumentar la investigación", recalcó Ferrer. Otro de los objetivos del plan es adelantar el inicio de la carrera docente de los profesores. La UAB considera que la mayor parte de los docentes tienen una alta productividad a partir de los 30 años. En cambio, muchos de ellos no logran consolidar su situación en la universidad hasta que alcanzan la cuarentena.
El plan de la UAB coincide con un momento de cambio generacional en la universidad. La UAB se creó en 1968. En menos de una década se pusieron en pie las primeras facultades y escuelas: Muchos de los fundadores de la universidad deberán jubilarse en breve por llegar a la edad límite de 70 años o por haber elegido convertirse en profesores eméritos, con menos dedicación a la universidad. En pocos años se han jubilado o lo harán personalidades como Antoni Serra Ramoneda y Josep M. Veciana, en el área de economía; Román Gubern, en la de cine; Pere Darder, en pedagogía; Claudi Cuchillo, en bioquímica; Francesc Serra, en microelectrónica y Marina Subirats, en sociología.
En dos años se han acogido al plan de convertirse en eméritos 60 profesores de la UAB, el 25% de los docentes en condiciones de hacerlo al tener más de 60 años. Este curso, 47 profesores han pasado a ser eméritos reduciendo el tiempo de docencia y otros 14 se han jubilado por edad. El curso que viene está previsto que otros 58 pasen a ser eméritos y otros 10 se jubilen y así sucesivamente hasta el año 2016, según cálculos de la UAB. La vicerrectora Ana Ripoll explicó que acogerse al plan de emeritaje "es siempre voluntario y el plan está funcionando muy bien".
Estudiar caso por caso
La renovación que busca la UAB pretende que estos profesores puedan ser sustituidos entre los mejores que están actualmente en la UAB, pero también atrayendo a docentes de otros países y del resto de España. Para ello, el rectorado buscará salidas y analiza caso por caso la situación de los actuales profesores colaboradores y ayudantes.
El rector admitió que su plan puede sufrir un desgaste entre algunos docentes, aunque ha planteado estos cambios en su segundo e improrrogable mandato.
Para la UAB los planes de la Generalitat de garantizar el uso del catalán exigiendo su conocimiento a los nuevos profesores sería un disparo a la línea de flotación del plan, ya que frenaría la llegada de profesores del resto de España y del extanjero.
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