Cuestión de curvas
Kate Winslet logra que una revista se disculpe por cuestionar su peso y Kate Moss presenta su colección
Kate Winslet ganó ayer una sonora batalla, y sustancial indemnización, en su lucha contra la figura esquelética como canon indiscutible de belleza. A la actriz le preocupa que sus hijas, y por defecto el resto de las chavalitas, tomen como modelo los cuerpos lisos que promocionan las revistas juveniles, y llevó su causa a los tribunales.
La ocasión se la brindó Grazia al publicar meses atrás una falsa información sobre los problemas de peso de la protagonista de Juegos secretos. La publicación se retractó y reconoció públicamente que Winslet no ha seguido ninguna dieta médica para adelgazar. "No soy una hipócrita", puntualizó la ofendida profesional al aceptar las disculpas.
Las curvas también preocupan a su tocaya, la supermodelo Kate Moss, aunque desde una perspectiva muy distinta. La más rockera de la pasarela se estrena esta primavera con su propia colección prêt-à-porter para la cadena Top Shop, y está por ver cómo sentarán sus modelitos a gordas y delgadas. Moss dice haberse inspirado en el ambiente del neoyorquino Studio 54, antiguo foco de artistas y musas, en sus diseños de biquinis, vestidos minis y pantalones cortos. Ha diseñado unas ochenta piezas que llegarán a las tiendas el próximo mayo.