España y Portugal ponen en marcha el mercado ibérico de electricidad

Después de años de vanos intentos, varios meses de intenso trabajo común y no pocos desencuentros, España y Portugal firmaron ayer en Lisboa el acuerdo que debe poner finalmente en marcha el Mercado Ibérico de Electricidad (Mibel). El ministro de Economía portugués, Manuel Pinho, y el responsable de Industria español, Joan Clos, se congratularon de este "paso fundamental" ("esto ya está hecho", dijo Clos), que fundirá antes de fin de año los actuales operadores nacionales de energía (el OMIP en Portugal y el OMEP en España) en uno solo (el OMI) y permitirá avanzar hacia un sistema único de regulación, primero, y tarifas, más tarde.

La firma de los acuerdos fraguados en la última Cumbre de Badajoz incluyó, además, un compromiso bilateral sobre las reservas de energía estratégicas, por el cual ambos países se obligan a integrar, compartir la gestión y movilizar "rápidamente en caso de necesidad" sus depósitos de combustibles.

Las medidas básicas para acelerar el funcionamiento del Mibel, que deberá estar totalmente operativo en año y medio, son la fusión de los dos operadores en uno solo (se decidió que el primer presidente del OMI será portugués y que rotará cada dos años); el cruce estratégico de participaciones entre las Redes Eléctricas de Portugal (REN) y de España (REE), y el compromiso para aumentar las interconexiones eléctricas entre los dos países, una tarea cuyos costes debe asumir Portugal (pese a la crisis que sufre) y que tratará de convertir los actuales 1.500 Megavatios de interconexión en el doble hacia 2012.

Tras calificar la jornada como "extremadamente relevante", el ministro Clos subrayó que el Mibel es una realidad que tiene "pocos antecedentes" y se inspira en la que funciona en "los países escandinavos y el Reino Unido", lo que coloca a la península en "el arco de naciones que creen en la separación de redes y operadores dentro de un mercado abierto, competitivo, liberalizado y transparente". El ministro Pinho consideró también que el mercado será ahora mucho más eficaz, aunque calculó que hará falta un plazo de cuatro años para que las tarifas de los dos países sean homogéneas. Los dos coincidieron en que, una vez zanjado el Mibel, el próximo paso en común es crear el Mibgas.