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Reportaje:

La caída de Motta

El medio del Barcelona, que lleva cuatro partidos sin ser convocado, no se presenta al entrenamiento

Thiago Motta no compareció ayer en el entrenamiento matinal del Barcelona. Al jugador le buscaron hasta poco antes de la una de la tarde y no le localizaron. Un empleado del club recibió una llamada del medio centro italo-brasileño cuando algunos de sus compañeros ya habían abandonado el vestuario del Camp Nou. Oficialmente, Motta procuró disculpar su ausencia alegando motivos particulares.

A su vez, Márquez llegó a las nueve de la mañana al estadio y trabajó en solitario. Camino del aparcamiento reservado, el zaguero se cruzó con otros jugadores en la sala que se utiliza para que desayune el equipo, en la zona noble del palco. El defensa mexicano tenía un problema familiar que resolver y lo hizo tras cumplir con su trabajo.

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Motta, en cambio, no apareció. "Hoy hablará con Frank Rijkaard", aseguran en el club. "Y con los jugadores", insisten. "Hay que dejar que se explique", razonan. "Algo le habrá pasado", sospechan. "Lo tiene claro", dicen.

Motta, nació en São Bernardo (Brasil) el 28 de agosto de 1982 y llegó al Barça de la mano de Llorenç Serra Ferrer en 1999. Llamado a ser un volante zurdo, debutó con el primer equipo en Palma de Mallorca en octubre de 2001. Usó el dorsal número 31. Paulatinamente, ha jugado con el 28, el 23, el 14 y, en las últimas tres temporadas, el 3. Un descenso numérico que dibuja perfectamente la caída deportiva de un futbolista que ha decepcionado a sus valedores más acérrimos, empezando por el secretario técnico, Txiki Begiristain, que año tras año se ha negado a aceptar ofertas del calcio por él, y continuando por Rijkaard, que ha visto de forma perpleja cómo Motta dejaba escapar cuantas oportunidades le ha ofrecido.

Aun siendo cierto que las lesiones le han cortado muchas veces el camino -se perdió el curso 2004-05 por una rotura de ligamentos cruzados-, no lo es menos que en el cuerpo técnico azulgrana cunde la sensación de que ha sido el propio jugador el que se ha bajado del equipo, sobre todo esta temporada. Y es que pocos han contado con tanta confianza por parte del entrenador.

Motta fue titular en la Supercopa de España y en la de Europa, en Mónaco, contra el Sevilla al inicio del curso. No faltó ante el Chelsea ni tampoco el día en que el Barça se jugó el pase a los octavos de final de la Champions frente al Werder Bremen. Y contra el Liverpool, en el Camp Nou, jugó su última media hora. Desde entonces no ha vuelto a entrar en una convocatoria y ha sido baja por razones deportivas ante el Athletic, el Zaragoza, el Sevilla y el Liverpool en Anfield.

Aunque queda un tercio de temporada, se asegura que Motta tiene pocas posibilidades de seguir en el Barça.

Motta, de frente, y Ronaldino, en un entrenamiento.
Motta, de frente, y Ronaldino, en un entrenamiento.ENRIC FONTCUBERTA
Motta.
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