Sarkozy llama a los alcaldes a que apadrinen a Le Pen

Nicolas Sarkozy detesta las ideas del ultraderechista Jean Marie Le Pen, pero luchará para que pueda defenderlas. Haciendo suyo el clásico principio democrático, el candidato conservador a la presidencia francesa alentó a los alcaldes a que apadrinen al líder del Frente Nacional (FN) para que supere finalmente el listón de las 500 firmas y pueda disputar los comicios el próximo 22 de abril.

Los aspirantes a candidato tienen hasta el próximo día 16 para presentar las listas de sus padrinos ante el Consejo Constitucional.

Sarkozy no sólo abogó por Le Pen, sino también por el trotskista Olivier Besancenot. El primero ya tuvo grandes problemas para reunir los padrinazgos hace cinco años, cuando protagonizó la gran sorpresa y pasó a la segunda vuelta de la elección presidencial con el 16,86%. El problema de Le Pen es que, debido a la marginación que padece el FN, en unas elecciones mayoritarias a dos vueltas, sus diputados y alcaldes tienen todas las posibilidades de perder, aunque en la primera hayan conseguido ser los más votados. Como fue el caso.

Le Pen se apresuró a celebrar la iniciativa del ministro del Interior, si bien se cuidó muy mucho de señalar que, detrás de las buenas intenciones, hay intereses muy específicos y dijo ser perfectamente consciente de "las verdaderas razones" de Sarkozy y adivinar "sus sabios análisis electorales".

La mayoría de los observadores y muchos miembros de la Unión por un Movimiento Popular de Sarkozy temen que si Le Pen no consigue presentarse sus votantes no caigan automáticamente en las manos de Sarkozy, sino que se venguen con la abstención e incluso votando a otro candidato.

Besancenot, por su parte, obtuvo en 2002 más de un 4% de los sufragios. Un resultado que, sumado al de otros candidatos de formaciones de extrema izquierda, tuvo mucho que ver en la derrota del candidato socialista Lionel Jospin. En aquella ocasión la estrategia del PS fue la de ayudar a estos candidatos a que consiguieran las firmas, un error que ahora no están dispuestos a cometer de nuevo. Sólo la candidata del partido comunista, Marie George Buffet, tiene asegurados los padrinazgos. El resto tiene importantes problemas.

El último sondeo, el del Instituto LH2, confirma la progresión cada vez más acelerada del centrista François Bayrou, que por primera vez alcanza el listón del 20% de intención de voto. Combinado con el estancamiento de los dos principales aspirantes, Sarkozy, y la socialista Ségolène Royal, situados en un 28% y un 27%, respectivamente, la ascensión de Bayrou empieza a dibujar un paisaje electoral a tres bandas, con Le Pen al acecho en torno al 14%.