Fallece un vecino de Mondragón hospitalizado tras un ataque callejero

Ambrosio Fernández Recio, de 79 años, murió el pasado sábado en el hospital de Txagorritxu de Vitoria víctima de la insuficiencia respiratoria que le llevó a la UCI del centro sanitario en enero pasado, hace dos meses, tras inhalar el humo de un incendio provocado por un ataque de violencia callejera en Mondragón (Guipúzcoa).

El atentado se produjo el día de Reyes, y su objetivo fue una oficina bancaria situada en los bajos del edificio donde vivía Ambrosio Fernández y del que tuvieron que ser desalojados de madrugada 50 vecinos. Algunas familias permanecieron varias jornadas viviendo en hoteles hasta que sus casas volvieron a estar habitables y se subsanaron los daños en las instalaciones de gas y agua.

Ambrosio Fernández había superado una trombosis y sufría problemas cardiorrespiratorios, que se le agravaron a raíz del atentado, por lo que ingresó en el hospital dos días después del ataque, y allí ha permanecido hasta su fallecimiento, el sábado pasado, tras una recaída que no pudo superar. Sus funerales se celebraron ayer por la tarde en la parroquia de San Juan Bautista de la localidad guipuzcoana.

El Ayuntamiento no tiene previsto convocar ninguna acción de protesta ni realizar ninguna declaración adicional a las que llevó a cabo en las fechas en que se produjo el ataque. El alcalde, Ignacio Alcanza, del Partido Nacionalista Vasco, se mostró abierto a hacerlo si lo piden los portavoces de los grupos.

"La 'kale borroka' mata"

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, advirtió a los autores de aquel ataque y a quienes callan ante esos actos de kale borroka que no existe diferencia entre violencia "de alta o baja intensidad". Ambas constituyen delito, ambas pueden provocar consecuencias irreparables, como demuestra esta nueva muerte, y sus autores "acabarán rindiendo cuentas ante la justicia", advirtió.

Luesma añadió: "La izquierda abertzale ha perdido una ocasión para condenar la violencia y sus dramáticas consecuencias". Mientras, el secretario general del PSE-EE en Guipúzcoa, Miguel Buen, pedía a la izquierda abertzale que se deje de "órdagos" y "acabe con la kale borroka".

Covite, el colectivo de víctimas del País Vasco, y la presidenta del PP vasco, María San Gil, secundaron en San Sebastián una concentración de repulsa.

Ese grupo exigió en un comunicado al Gobierno que defienda el Estado de derecho y aísle políticamente a todos los partidos que no condenan la violencia callejera. Covite dijo que se manifestará en contra del terrorismo y de las políticas que en vez de buscar "la derrota definitiva de ETA ofrecen excarcelaciones", en referencia al caso de Iñaki de Juana Chaos.

La presidenta del Partido Popular de Guipúzcoa, María José Usandizaga, dijo que esta nueva muerte evidencia que la violencia callejera es "terrorismo puro y duro, con todas sus secuelas", mientras Ezker Batua señaló que se demuestra que la kale borroka "también mata".

Muere un hombre que inhaló humo en un incendio provocado por la kale borroka