Cani indulta al Espanyol
El Villarreal juega mejor, pero no culmina la remontada tras el gol de Tamudo
Un fallo garrafal de Cani a un suspiro para el final arruinó al Villarreal, que empató en Montjuïc pero se fue a la ducha con un cabreo de padre y señor mío. Durante la segunda parte jugó a escape libre pero no pasó del empate porque antes una picardía de Tamudo y su cómplice Luis García había dado ventaja al Espanyol y sólo un zurriagazo inapelable de Forlán logró batir a Kameni.
Quemó mucha pólvora el Villarreal y sus jugadores engancharon una y otra vez en ventaja posicional a un Espanyol, que se fue extinguiendo como una vela. La falta de puntería frustró la remontada, también la pizca de confianza con la que compareció el equipo amarillo. Hasta que el Espanyol no marcó, el Villarreal contemporizó. Le pinchaban y no sangraba. Sin noticias de Forlán. Tomasson, como si no jugara. El Espanyol, pese al puñado de bajas que afectaron a su defensa -Jarque, Zabaleta, Velasco y Chica-, marcó el ritmo. Y eso que también le faltaba Iván de la Peña. Entre la persistencia de Riera por el vértice izquierdo y la matraca que Tamudo y Luis García dieron a los centrales del Villarreal, la manija era del Espanyol.
ESPANYOL 1 - VILLARREAL 1
Espanyol: Kameni; Rufete, Lacruz, Torrejón, David García; Moisés, Jônatas (Costa, m. 70); Coro (Pandiani, m. 74), Luis García, Riera (Moha, m. 76); y Tamudo. No utilizados: Iraizoz, Ito, Ángel y Serrán.
Villarreal: Viera; Josemi, Fuentes, Cygan (Quique Álvarez, m. 64), José Enrique;
Matías Fernández (Cani, m. 77), Somoza, Josico, Marcos; Forlán y Tomasson (Guille Franco, m. 64). No utilizados: Barbosa, Arruabarrena, Javi Venta y Bruno.
Goles: 1-0. M. 29. Tamudo, de volea y por alto, tras una falta botada por Luis García. 1-1. M. 54. Forlán recibe en la frontal y empalma un zurdazo a la escuadra.
Árbitro: Delgado Ferreiro. Amonestó a Rufete, Josemi y Moisés.
Olímpico de Montjuïc. 19.544 espectadores.
Se produjo un paréntesis significativo. El Villarreal, sin juego de entrelínas, en una arrancada de Marcos por la izquierda -llevó por la calle de la amargura a Rufete-, puso hasta cuatro veces a prueba a Kameni. Conclusión: si el Villarreal llevaba el cuero a su cuarteto ofensivo -Mati, Forlán, Tomasson y Marcos-, al Espanyol le entraba el tembleque.
Pero se cerró el paréntesis y Tamudo hizo una de las suyas y marcó. Después, todo cambió. Forlán retrasó su posición y actuó con impunidad en la media punta. Marcos siguió desbordando a Rufete, Jônatas desapareció del mapa. El Villarreal llegó en oleadas al área. En una de esas, Forlán tuvo tiempo de controlar, marcar los tiempos y colocar el cuero en la escuadra. En otra, el mismo Forlán, en el último instante, abrió a la izquierda para Marcos y éste le dio el pase de la muerte a Cani que, sólo y a puerta vacía, disparó alto. Fue un indultó para el Espanyol.
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