La alternativa al fiasco estatutario

Las competencias y traspasos que la Xunta reclama fueron identificados por el Ejecutivo bipartito en una reunión del Consello de la Xunta celebrada el 3 de noviembre de 2005, apenas 90 días después de su toma de posesión. Pero el deseo del Gobierno gallego de reactivar inmediatamente la Comisión Mixta de Transferencias y la Comisión Bilateral de Cooperación entre la Xunta y el Gobierno central no obtuvo entonces satisfacción.

El acuerdo de todos los grupos parlamentarios (socialistas, nacionalistas y populares) para abrir negociaciones en torno a la reforma del Estatuto de Autonomía sirvió de excusa para congelar la demanda de nuevas competencias.

La redacción de un nuevo articulado daba pie a situar en el nuevo Estatuto la práctica totalidad de las competencias incluidas en el documento de la Xunta. De ese modo, ambas administraciones se ahorrarían además la compleja ingeniería jurídica inprescindible para hacer viable que Galicia ejerza competencias no previstas en el Estatuto.

El fiasco de la reforma ha devuelto todo el protagonismo a la lista de las 75 transferencias elaborada hace 15 meses. Los traspasos que la Xunta reclama se ordenan, entre otros asuntos, en torno a competencias en materia de cooperación internacional, identidad de Galicia, defensa de la costa y los espacios naturales, seguridad, justicia e infraestructuras.

La demanda en relación con el salvamento marítimo recoge la necesidad de impulsar "fórmulas de gestión conveniada y cooperativa", que también serían de aplicación a la inspección de las capitanías marítimas con el fin de coordinar la actuación en estas materias para utilizar los medios públicos "con la máxima eficiencia y eficacia". En su caso, la Xunta también reclama la transferencia de los servicios de salvamento marítimo, traspasando los medios adscritos a Sasemar y los relativos al servicio de meteorología.