El tribunal rechaza la recusación como perito de un alto cargo de la AVT

El tribunal del 11-M denegó ayer la recusación presentada por el letrado Gonzalo Boyé contra el vicepresidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Gabriel Moris, que está ejerciendo como perito químico en la prueba de los explosivos ordenada por los jueces.

Boyé había recusado a Moris por ser vicepresidente de una de las asociaciones querellantes y por tener interés en la causa, ya que Moris perdió a un hijo en los atentados del 11-M. El tribunal, sin embargo, ha rechazado la recusación por razones técnicas. Los magistrados consideran que la recusación fue presentada de forma "extemporánea", ya que no es procedente durante el juicio oral. No obstante, el tribunal anuncia que tendrá en cuenta los vínculos que se han puesto de manifiesto con relación a Moris en el momento de la valoración de la prueba.

El auto precisa que el recusante representa una acusación particular cuyo escrito de conclusiones provisionales es casi idéntico a la acusación que representa el perito, lo que a juicio del tribunal pone en cuestión la legitimidad del letrado para recusar. Además, la recusación fue formulada por el letrado sin que interviniera el procurador, lo que supone una falta de legitimación procesal.