Capitanía Marítima espera un certificado para autorizar la partida del 'Ostedijk'

El 'Ostedijk', con 16 tripulantes a bordo, sigue fondeado al noroeste de la entrada de la ría de Viveiro a la espera de la autorización de Capitanía Marítima de A Coruña para reemprender su ruta, interrumpida hace 11 días por la descomposición de parte de su carga, un fertilizante de uso agrícola. La Administración marítima, cuyos inspectores verificaron a bordo la puesta a punto del carguero y lo consideraron apto para navegar, confía en poder permitir la salida del barco en las próximas horas, hoy o mañana, una vez analizados los certificados exigidos al armador.

El armador todavía no había entregado ayer el documento que garantice la navegabilidad del buque. En el Parlamento gallego, la Xunta se congratuló de la "eficacia y celeridad" con la que se resolvió este incidente, mientras el PP, que renunció esta vez a compararlo con la catástrofe del Prestige, censuró que no se fijen zonas de refugio para buques en apuros. El plazo de la directiva europea que obliga a los países miembros a establecer ese mapa finalizó hace un año.

Los tripulantes del barco, de propiedad holandesa y bandera de Antigua, junto con los empleados de la empresa noruega de rescate contratada por el armador tienen, a bordo, todo a punto para abandonar cuanto antes el litoral gallego. El destino del Ostedijk, que se dirigía a Valencia cuando empezó a degradarse su carga, el pasado día 17, a 50 millas de A Coruña, es ahora una "incógnita", indicaron fuentes de la Administración.

Una empresa de Bilbao ofreció comprar los fertilizantes de uso agrícola que transporta el barco -sólo quedó alterada la carga almacenada en una de las dos bodegas-, si bien la representante del armador destacó que serán "criterios económicos" los que determinen el destino de la mercancía.

Inspectores marítimos de Burela (Lugo), a instancias de la Dirección de Marina Mercante, comprobaron, a bordo del carguero, que "está en condiciones" de navegar, según confirmó el capitán marítimo de esta demarcación. El proceso de descomposición de los fertilizantes, sofocado la semana pasada por Salvamento Marítimo, no ha vuelto a reactivarse. Y la empresa de rescate contratada por el armador para retomar el control del barco, desde el sábado pasado, integró en su equipo a bordo a bomberos y técnicos que prepararon sistemas para hacer frente a cualquier nueva incidencia.

La casa armadora, la holandesa Navigia Shipmanagement, entregó a las autoridades españolas un informe que establece que la descomposición de la carga está controlada y un certificado sobre la estabilidad del barco. Pero aún le falta por presentar el documento de Bureau Veritas, la sociedad internacional de clasificación, que deberá avalar las condiciones de navegabilidad del carguero.