La Cámara reclama que el AVE llegue a la nueva terminal de El Prat

La Cámara sigue fiel a su línea de reivindicación de infraestructuras. La institución que preside Miquel Valls alertó ayer de los retrasos que acumulan algunos de los accesos viarios y ferroviarios a la nueva terminal del aeropuerto de Barcelona. "El AVE tiene que llegar a la Terminal Sur del aeropuerto", reclamó la Cámara.

La conexión directa entre el tren de alta velocidad y el aeropuerto ha quedado de momento pendiente de un estudio a cargo de la Generalitat, que a día de hoy "no tiene fecha de realización", denunció la Cámara. La entidad reclamó que se agilicen "urgentemente" las obras de acceso terrestre a las nuevas instalaciones aeroportuarias, que por ahora están "muy atrasadas".

La nueva terminal debería entrar en funcionamiento a finales de 2008, pero sin conexión ferroviaria por la falta de acuerdo sobre el trazado del tren de alta velocidad. La línea 9 del metro tampoco llegará inicialmente. Y la prolongación de Cercanías de Renfe ni siquiera está aún licitada, por lo que al inicio la única conexión con la terminal actual será en autobús. Ni siquiera el acceso viario estará listo al menos hasta "mediados de 2010", según la Cámara.

Ampliar la influencia

El organismo que preside Valls aseguró que el enlace de la alta velocidad es esencial para que el aeropuerto de Barcelona se convierta en un "nódulo multimodal estratégico" y para ampliar la demanda, extendiendo el ámbito de influencia de las instalaciones de El Prat "a distancias muy superiores a las actuales". En un extenso comunicado de cuatro páginas, la Cámara destaca dos prioridades: "Acelerar las obras de la nueva carretera de acceso a la terminal sur y asegurar una conexión eficiente antes de su inauguración", por un lado, y además "ejecutar los nuevos accesos ferroviarios (metro y cercanías) y evitar que las obras interfieran con las actividades del aeropuerto ya ampliado".

La nueva terminal de El Prat, distribuida en cinco plantas, dispondrá de 525.000 metros cuadrados de superficie, muy superior a los actuales 130.000 metros cuadrados.

La nueva instalación tenía que estar lista a finales de 2008, pero la Cámara aclara que hasta agosto de 2009 es difícil que la terminal esté a pleno rendimiento, puesto que hasta entonces no estarán listas las pasarelas de embarque -los denominados fingers-, que acaban de adjudicarse con un plazo de ejecución de 28 meses. El otro problema son los accesos. "El establecimiento de servicios ferroviarios directos en el ámbito de influencia del aeropuerto permitiría reducir los actuales vuelos de corta distancia, e incrementar la capacidad para operar vuelos de larga distancia", según el comunicado.