Saura critica que Fomento no haya dado la cara por el caos de Renfe

El caos desatado el pasado viernes en Martorell y en Castellbisbal por sendas averías en las líneas C-4 y C-7 del servicio de Cernanías de Renfe, unido a las 15 averías anteriores y a las más de medio centenar de finales del pasado año, sigue caldeando el debate político. Si la vicepresidenta del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega pedía el pasado sábado disculpas a los afectados por el cúmulo de averías en la red ferroviaria, el consejero de Interior y de Relaciones Institucionales, Joan Saura, lamentó ayer que los responsables de Renfe no hayan dado la cara. Saura, que agradeció el gesto de la vicepresidenta, criticó, por otra parte, "la ausencia de discurso" de Fomento.

Más duro con el Ejecutivo socialista fue el titular del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, quien consideró las disculpas de De la Vega como "lo mínimo indispensable" tras el alud de incidencias e interrupción de los servicios de Cercanías. Nadal anunció en una entrevista en la emisora Catalunya Informació que, una vez que se constituya hoy la Comisión Bilateral Estado-Generalitat para desplegar el Estatuto, pedirá una reunión para estudiar el traspaso de las competencias de Cercanías Renfe a Cataluña.

Y no sólo eso. Nadal exigió que, de forma "inmediata", el Gobierno invierta los 1.800 millones de euros en el mantenimiento y mejora de la red ferroviaria, que forman parte del plan de choque que ambos Ejecutivos pactaron en septiembre. En cuanto a las causas de las repetidas averías, Nadal recordó que "sólo el 15% de los casos se pueden atribuir a las obras del AVE". "El problema es estructural, no coyuntural", concluyó.

El alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, se mostró más optimista y confió en que en los próximos meses lleguen "inversiones tangibles".

Ataque de CiU

El principal partido de la oposición, Convergència i Unió (CiU) aprovechó el caos de Cercanías de Barcelona para arrojar toda su artillería contra el Gobierno central y el catalán. El portavoz de la federación nacionalista en el Parlamento autonómico, Felip Puig, pronosticó desde Manresa la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, por "su cúmulo de desaciertos y fracasos".

Puig pidió al Ejecutivo de la Generalitat que reaccione "de forma radical" para acabar con las incidencias en Cercanías Renfe y que exija el traspaso "inmediato" de las competencias de este servicio. También subrayó la necesidad de "una reacción rápida y contundente" por parte de ambos gobiernos "para que un servicio funcione correctamente".