Más normal, imposible

El mundo está lleno de gente esaboría

A MISS CANTABRIA le quitan el título por ser madre. Que lo dicen las bases. Pues nos parecen mal las bases. Y nos parece muy bien Miss Cantabria, a la que no hay que dejar de decírselo para que no le pase como a Uma Thurman, que declara: "Me dicen pocos piropos". Sí, Uma, sí. La cosa está muy mala. A mí me dicen también muy pocos. El mundo está lleno de gente esaboría. Por suerte, en España tenemos un Gobierno fuerte que esta semana ha hecho dos cosas notorias: apoyar a Miss Cantabria y retirar la ley del alcohol. Para tener una semana redonda le ha faltado decir piropos.

En España hay elecciones todo el rato, y cuando no hay elecciones, hay referéndum

¡Alegría, alegría! Se retira la ley del alcohol. Como en España tenemos esta tendencia pendular, es posible que a partir de mañana mismo el Gobierno empiece a repartir bebida a las puertas de los colegios. Después de meses de convencernos de que se trataba de defender la salud de los adolescentes, se argumenta su retirada en la proximidad de las elecciones. Eso es lo que pasa cuando se hacen planteamientos grandilocuentes: "Queridos ciudadanos y ciudadanas: ¡Vamos a salvar la salud de los adolescentes!". Y luego rectificas: "Queridos ciudadanos y ciudadanas: hemos pensado que bueno, que se emborrachen tres o cuatro meses más, que por unas cuantas cogorzas tampoco pasa nada". Porque hay elecciones pronto. Bueno, bueno. Ellos verán. En España hay elecciones todo el rato, y cuando no hay elecciones hay referéndum.

"Había una vez una ministra que vivía en el bosque con su presidente. Un día el presidente la llamó y le dijo: 'Ministra, ve a casa de la abuelita, que hay botellón, y diles a los adolescentes que se acabó darle al trago. Me los curas a todos, los peinas con raya al lado y vuelves'. La ministra dijo: 'Vale, pero ¿tengo que ir con cuidado con algo?'. Y el presidente contestó: 'No, que yo sepa'. La ministra insistía: '¿Seguro? ¿No habrá en el bosque lobos, o en su defecto productores de vino que protesten, o una potente industria que ayude a nuestra balanza comercial o, yo qué sé, no habrá elecciones?'. El presidente se puso serio: 'Ministra, que vayas a casa de la abuelita, que la salud es lo primero'. La ministra se va al bosque, le salen al paso varios lobos, la ministra tira de móvil y llama al presidente, que le dice: 'Pásame con el lobo'. El presidente se pone de acuerdo con el lobo y entre los dos se comen a la ministra. Colorín colorado, este cuento se ha acabado". ¿Piensa usted dimitir, Caperucita? No, ¿por qué? A cualquiera se le puede olvidar que hay elecciones.

En eso puede tener razón el Gobierno. Como cada vez vota menos gente, te acabas olvidando de que hay elecciones. En Andalucía ha votado poca gente. Unos sostienen que por falta de incertidumbre. Otros, por desgana. Otros, por desinterés. Otros, por enfado. No sabes si estás oyendo un análisis político o un diagnóstico de sexología. Mejor dicho: sabes que es política porque si fuera de sexología se plantearía como un problema, no como algo lógico. Nadie va al sexólogo a explicarle: "Hacemos el amor poquísimo, nos lo montamos fatal, pero no pasa nada, porque sólo es falta de incertidumbre, desinterés, desgana y enfado". Ah, bueno, pues entonces, nada. Sigan ustedes así. Enhorabuena.