Renault España entra en pérdidas por el plan social
Hacía casi tres lustros que la filial española de Renault no presentaba resultados negativos. Además, las pérdidas registradas en el último ejercicio (11,6 millones) contrastan con los 204 millones de beneficios registrados en 2005, gracias sobre todo a los resultados extraordinarios obtenidos por la venta de las instalaciones de su sede central junto a la Nacional I, al norte de Madrid.
El final del ciclo de vida del Mégane, la reducida demanda del Modus y sobre todo los costes del plan social con el que la dirección ha asegurado su tranquilidad hasta el 2009 han sido los responsables del balance presentado.
Ha sido "un año de transición", que es lo que las grandes empresas suelen decir cuando las cosas no van bien. La cifra de negocios (7.373 millones de euros) ha caído un 12% y el cash flow (326 millones) un 29%. "El año pasado nos ha tocado ser el patito feo", comentaba ayer el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, que sin embargo se mostraba optimista por las previsiones a corto y medio plazo. Un optimismo basado fundamentalmente en el convenio colectivo firmado para los próximos tres años y un plan de empleo que les permite "adecuar los objetivos a las necesidades de la compañía y contribuye a garantizar la flexibilidad y la competitividad de todas las factorías españolas con vistas a los objetivos del Renault Contrat 2009".
Y de la transición, a la estabilización. Según Fernández de Sevilla "en 2006 hemos tocado fondo y a partir de ahí las cosas irán mejor". De momento, este año tendrá dos caras muy distintas, "la primera mitad será dura y habrá que seguir apretándose el cinturón" pero en la segunda las cosas cambiarán con la incorporación de tres nuevos modelos: Logan Break, Twingo y sobre todo el nuevo Laguna.
"Hemos hecho los deberes para seguir siendo competitivos y ocupar un papel estrella en el concierto de Renault" lo que supone entre otras cosas un compromiso del grupo para que a medio plazo se fabrique en Valladolid el nuevo automóvil de la gama I a la que pertencen el Twingo, el Clio y el Modus.
Además del expediente de regulación de empleo y el plan de bajas incentivadas que le va a permitir un importante rejuvenecimiento de la plantilla, el presidente de Renault España se muestra especialmente satisfecho por la movilidad y la flexibilidad acordada con los sindicatos gracias a la cual, las tres fábricas de Castilla y León se han convertido en dos cadenas de montaje compatibles y separadas por apenas 40 kilómetros.
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