"Voy a morir de alcalde"

Lleva casi media vida como alcalde de La Carolina (Jaén), primero con el franquismo y después con la democracia, pero Ramón Palacios, lejos de anhelar el retiro político, quiere "morir con las botas puestas". Sus 86 años parecían el argumento lógico y natural para poner fin a una larga trayectoria como alcalde y senador, marcada por su particular forma de entender la política desde el personalismo, y salpicada por no pocos escándalos, en especial el discurso que pronunció en 1984 y que fue calificado por las autoridades de la época de golpista: "España tiene que renacer de nuevo y tiene que haber lo que hubo hace 48 años (en alusión al levantamiento de 1936)", dijo.

Pero nada de eso. A pesar de que pocos eran los que apostaban por su continuidad al frente de la candidatura del PP de La Carolina en las elecciones de mayo, Palacios desafía a todas las leyes políticas y naturales: "Franco murió gobernando y yo voy a morir de alcalde", indicó el alcalde a este periódico. Ya en las elecciones de 1999 Palacios dijo que esa sería su última legislatura. Cuatro años después justificó su continuidad para culminar su promesa electoral de lograr el pleno empleo en La Carolina. Y ahora, no sólo va a encabezar por sexta vez la candidatura de su partido, sino que avisa de su intenciones: "Voy a aguantar mientras la salud me respete".

Palacios pasa parte de la semana en su residencia de Madrid y tiene delegadas la mayor parte de las funciones en su teniente de alcalde, Antonio Rodríguez, quien no ha ocultado entre sus íntimos su decepción por perder, una vez más, la ocasión de encabezar la lista del PP. El alcalde de La Carolina acudió el pasado domingo a votar el referéndum del Estatuto. Lo hizo con un magnífico e inusual aspecto físico para una persona de su edad y quiso demostrar su buen estado de salud. "Si queréis bailo un poco", dijo entre bromas, consciente de lo mucho que se especula sobre su estado físico para seguir de alcalde.

No obstante, Palacios admitió que no era su intención volver a presentarse. ¿Entonces, por qué lo ha hecho?, se le preguntó: "Ante la petición de mi entrañable amigo Javier Arenas no he tenido más elección que presentarme", señaló Palacios. Negó también que su intención sea la de concurrir a los comicios y, si se confirma una nueva victoria, abandonar poco después el cargo: "Hace cuatro años también dijeron que me iría antes del final de la legislatura; yo aguanto aquí", retó.

Llegarán millones

Palacios se muestra optimista acerca de un nuevo triunfo electoral: "Le veo grandes expectativas a La Carolina, sobre todo si tenemos la suerte de que gobierne pronto Mariano Rajoy; entonces llegarán aquí millones y millones y La Carolina volverá a ser la gran ciudad". Palacios cultivó con innegable habilidad sus relaciones con los miembros del Ejecutivo de Aznar -se produjeron hasta 21 visitas de ministros y todos recibieron la medalla del municipio u otra condecoración- y relacionó lo que él llamó el "milagro industrial" de la localidad en las ayudas millonarias recibidas de los diferentes ministerios. Pero tras la derrota del Gobierno de Aznar empezó el declive industrial de La Carolina. Según el PSOE, en este mandato municipal se han cerrado más de 20 empresas y varias no llegaron a instalarse después de haberse anunciado, lo que ha supuesto la pérdida de unos 1.000 empleos. "Ha tenido un trato de favor a todos los niveles, y ahora empieza a verse su incapacidad política", aseguró Ángeles Férriz, secretaria del PSOE de La Carolina y futura contrincante de Palacios.

Nada de eso le importa a don Ramón, como le llaman en su pueblo y en su partido. Él es quien marca los tiempos en el PP. Aunque los populares cerraron las candidaturas municipales en enero, Palacios dejó constancia de su poder y hasta la semana pasada no confirmó que volverá a ser candidato. Por supuesto, sin ninguna contestación interna.