México extiende la lucha contra el narcotráfico a ocho Estados

El envío de 3.300 soldados y policías a los Estados de Tamaulipas y Nuevo León (norte de México), en el marco de la operación conjunta contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, eleva a casi 30.000 el número de militares y policías implicados en este combate, que se extiende ya a ocho Estados. El despliegue es consecuencia directa del reciente hallazgo de un poderoso arsenal destinado, presumiblemente, a abastecer a los grupos criminales, señalaron ayer diversas fuentes tamaulipecas. Hace seis días, un contingente de más de 60 vehículos militares llegó a Ciudad Victoria, y en Matamoros es ostensible la presencia de puestos de control y el sobrevuelo de helicópteros de las Fuerzas Armadas.

El 11 de febrero pasado, efectivos del Ejército se incautaron del que se considera mayor alijo de armas de los últimos años. El cargamento fue descubierto en un tráiler con matrícula de Tejas (EE UU) e incluía armas largas y cortas de diverso calibre, granadas de fragmentación, cargadores y cartuchos. "Preparaban algo grande con este arsenal", señaló un reportero de Tamaulipas, que aseguró que la situación en Nuevo Laredo, una de las ciudades más violentas del país hace seis meses, es de calma inusitada en los últimos tiempos. La guerra que han librado las grandes organizaciones criminales en este Estado fronterizo con EE UU, por el control de las rutas de distribución de droga, se ha trasladado a otros Estados como Michoacán y Guerrero, donde el Gobierno de Felipe Calderón también ha desplegado numerosos efectivos militares y policiales.

Rechazo del gobernador

El gobernador del vecino Estado de Nuevo León, Natividad González Parás, había rechazado hasta fecha reciente la aplicación del operativo conjunto por considerar que su territorio estaba bajo control. Las fuentes consultadas advierten de que la violencia aumentó en los últimos días en algunos puntos de Tamaulipas y Nuevo León como consecuencia de disputas en los ámbitos político, partidista y policial. Y citaron como ejemplo la ciudad de Reynosa, que actualmente registra mayores índices de violencia que Nuevo Laredo. El alcalde de aquella ciudad, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), es un firme candidato a ser el próximo gobernador de Tamaulipas, lo que significaría el fin del reinado del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El miedo es común entre los periodistas del norte de México, donde más de uno ha sido víctima de las balas de los sicarios. A modo de ejemplo, Arturo Solís, periodista de Reynosa, cuenta que ningún diario de Tamaulipas publicó por temor a represalias la noticia de las recientes extradiciones a EE UU de una quincena de narcotraficantes, entre ellos Osiel Cárdenas, jefe del Cartel del Golfo, con base en este Estado del noreste mexicano. "Hay mucho miedo después de tantas amenazas del crimen organizado para que no se publiquen noticias de asesinatos y secuestros", afirma.