Jaén se saca una espina

La provincia de Jaén ha sido, con un 44%, la de mayor participación en el referéndum del 18-F, una circunstancia que le sirve para sacarse definitivamente una espina que tenía clavada desde el referéndum de 1980. Entonces hubo que esperar a los tribunales para confirmar que Jaén había superado, a duras penas, el 50% de los votos afirmativos del censo. No obstante, Jaén pudo resarcirse pronto y en el referéndum de ratificación del 20 de octubre de 1981, fue una de las provincias andaluzas que mayor apoyo brindó al texto estatutario.

Un cuarto de siglo después, "Jaén ha puesto de manifiesto que apuesta más por el autogobierno", asegura el catedrático de Derecho Constitucional, Gerardo Ruiz-Rico. En Jaén, la participación ha sido de casi ocho puntos por encima de la media andaluza. Además, en 52 de los 97 municipios de la provincia se superó el 50% de la participación, y en 14 de ellos, el 60%. "Ha sido un respaldo espectacular", dijo el vicesecretario general del PSOE, Francisco Reyes; "los jiennenses han vuelto a demostrar su compromiso con el presente y futuro de Andalucía", remarcó el presidente provincial del PP, José Enrique Fernández de Moya. Pero ninguno de ellos quiso sacar pecho conscientes de que los resultados había que enmarcarlos en un contexto general marcado por la abstención.

Pero, ¿qué explicación tiene ese liderazgo en la participación en una provincia tantas veces apática y resignada? Felipe Morente, sociólogo de la Universidad de Jaén, lo achaca a la "lealtad" del electorado jiennense hacia el partido hegemónico en la provincia, el PSOE. De hecho, los mayores porcentajes de votos afirmativos se han dado en municipios gobernados por los socialistas, como Benatae, Montizón, Albanchez de Mágina, Jabalquinto o Torres de Albanchez, con porcentajes por encima del 96%. "El PSOE tiene malquerido a su hijo más leal", comenta Morente, en alusión a que esta fidelidad no se corresponde con el resurgir económico de esos pueblos.