Viva el futbolín
El inventor del futbolín falleció el pasado día 8 y, aunque le habría gustado ser reconocido por otros motivos, ese invento que tanto ha entretenido a niños, jóvenes y adultos se está demostrando como un "deporte" bastante más noble y limpio que su hermano mayor, el fútbol de los millones, por el cual debería haberse sentido orgulloso. ¿Qué pasaría si en este fútbol mediático, de protagonismos, de técnicos, de dinero, etcétera, los partidos se afrontasen con un "quien pierda paga", como tantas veces habremos pronunciado (y después pagado) los adictos al futbolín?
Alejandro Finisterre ha muerto. ¡Viva el futbolín.
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