Las familias catalanas de Caprabo abrirán el capital a un socio y no excluyen la venta total

Caprabo, que abrió su capital hace casi cuatro años a La Caixa para que la ayudara en su entonces agresiva política de crecimiento, ha colgado el cartel de "en venta". La cadena de supermercados catalana acaba de abandonar los números rojos, en buena parte gracias a sus desinversiones en hipermercados y gasolineras, y, con un aspecto más presentable de sus cuentas, las familias Carbó, Elías y Botet están dispuestas a desprenderse de parte de las acciones para dar entrada a nuevos socios que le permitan relanzar su frenada carrera por el crecimiento.

Tras confirmar los rumores de las últimas semanas, fuentes próximas a la empresa apuntaron ayer que la preferencia de los propietarios del grupo catalán es contar con un socio financiero, antes que industrial, a pesar de la presencia actual de La Caixa en el accionariado. La entidad que preside Ricard Fornesa hace tiempo que no considera "estratégica" su participación, que actualmente se eleva al 20%, y podría diluir su peso en el capital de Caprabo si la irrupción de un nuevo socio se realizara mediante una ampliación de capital. Sin embargo, no se descartan otras opciones, y las mismas fuentes no excluyeron tampoco que el proceso culmine una venta del 100% por parte de los cuatro socios actuales.

Una de las salidas que en principio está descartada es sacar a cotizar la empresa a Bolsa, a menos que ésa fuera la intención futura del nuevo propietario.

No existen todavía negociaciones avanzadas con ninguna firma. Lo que sí hay es el mandato al banco de inversión Morgan Stanley para que éste encuentre comprador, extremo que publicó ayer La Vanguardia. Un portavoz de la empresa declinó realizar comentarios al respecto, más allá de que la compañía que dirige Ramón Mas tiene en estudio distintas fórmulas para asegurar "la continuidad del proyecto".

La Caixa ha desmentido públicamente que quiera abandonar el capital de Caprabo por su cuenta. "En esto, todos los socios van juntos", apuntaron las fuentes consultadas. La reordenación de las participaciones de la caja en bancos y empresas, y la salida a Bolsa de un holding que agrupe el grueso de dichas participaciones, que difícilmente se materializará antes del próximo verano, están acelerando las desinversiones de la caja.

Venta de Occidental

En esta línea, la próxima semana se espera que La Caixa -al igual que Mercapital y otros socios minoritarios- se desprenda de su 30% en la cadena Occidental Hoteles, si llega a buen puerto la oferta que han puesto sobre la mesa Amancio Ortega, dueño de Inditex, y el BBVA, que pagarían cerca de 700 millones de euros.

Caprabo difundió el pasado viernes los resultados correspondientes al año pasado, en los que, frente a las pérdidas de 32 millones de euros registradas en 2005, la empresa regresó a los beneficios, con una ganancia de 7,5 millones de euros. Las ventas retrocedieron un 4,3%, hasta los 2.195 millones.

La empresa cerró 25 tiendas el año pasado, y vendió dos hipermercados y una red de 40 gasolineras. Su plan estratégico hasta 2009 plantea alcanzar los 2.600 millones de euros de ingresos por ventas y el refuerzo de su posición en las comunidades donde ya tiene peso, principalmente Cataluña, Madrid, Baleares y Navarra. La empresa, que está poniendo orden tras comprar cuatro grupos rivales en los últimos años, está además modernizando su red de tiendas, y dijo que bajaría los precios para romper con su imagen de cadena cara. La deuda ha ido disminuyendo hasta los 288,8 millones.