Europa acelerará el crecimiento este año al 2,7% y la inflación caerá hasta el 2%

La economía europea registrará en 2007 un mejor comportamiento del previsto el pasado otoño con un crecimiento del 2,7% y una menor inflación que descenderá hasta el 2%. En los 13 países de la zona euro el PIB aumentará un 2,4% y los precios el 1,8%. En ambos casos, el crecimiento ha sido revisado al alza tres décimas respecto a lo pronosticado en noviembre. Bruselas cree que la economía de los Veintisiete seguirá creciendo "a buen ritmo", según las previsiones divulgadas ayer por la Comisión, que ha tomado como referencia las siete principales economías de la UE.

Esos siete grandes países (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Holanda y Polonia) representan más del 80% del PIB de la UE. El reflejo más positivo de la bonanza económica se aprecia en la generación de empleo. Desde el último trimestre de 2005, la Unión ha creado tres millones de empleos, de los que dos millones corresponden a la zona euro. En diciembre de 2006, la tasa de desempleo en la zona euro se situó en el 7,5%, la más baja desde hace una década.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, comentó en la presentación de estas previsiones que "España vuelve a sorprender con mejores resultados de los previstos tanto en relación con el PIB como con la inflación". Según las previsiones comunitarias, España crecerá un 3,7%, tres décimas más de lo previsto, y rebajará la inflación al 2,5% durante este ejercicio.

España registrará así el mejor comportamiento de las economías de la zona euro, analizadas en este caso. El sólido crecimiento de la quinta economía europea confirma la tendencia registrada durante el pasado año con un fuerte aumento de la actividad económica del 3,8%, que fue especialmente intensa en el último trimestre, con un 4%.

Por otra parte, el recorte de la inflación permitirá rebajar el diferencial con respecto a la media europea en 0,5 puntos.

La mejora de la economía europea se ve respaldada por una mejora de la economía mundial (excluyendo la Unión Europea) en 2006 y 2007, que crecerá un 6% y un 5,5%, respectivamente. Gracias a este impulso de la producción, la Comisión prevé que el comercio mundial mantenga su expansión a un rápido ritmo. Las importaciones de mercancías en todo el mundo, excepto la UE, crecerán un 9,2% y un 8,4% durante este año y el siguiente, respectivamente.

El comisario precisó, no obstante, que la mejora de la economía "no era sólo debido a las favorables condiciones cíclicas, sino que muestra también que las reformas que ya se han llevado a cabo han valido la pena". "Debemos evitar repetir los errores del pasado", añadió Almunia, "y aprovechar estos buenos tiempos para proseguir el camino de saneamiento de las cuentas públicas y reformas estructurales, que es la única forma capaz de proporcionar un mayor y más sostenible crecimiento económico".

Almunia precisó, no obstante, que la sobrevaloración de la divisa japonesa estaba perjudicando a las exportaciones europeas. "El yen, dijo, está ampliamente por encima de su tasa de equilibrio a largo plazo". "Esto", añadió Almunia, "tiende evidentemente a disminuir la competitividad de nuestras exportaciones y comporta el riesgo de un ajuste brutal en la tasa de cambio".

La rebaja de la inflación durante 2007 obedece a una moderación de los precios del petróleo y a un menor impacto del previsto del aumento de tres puntos del impuesto sobre el valor añadido (IVA), del 16% al 19% en Alemania. Según las previsiones del mercado de futuros, el precio del crudo brent se situará en 59,9 dólares por barril de promedio durante este año, lo que supone 6,5 dólares menos que en otoño.

Mercado laboral

Las previsiones de la Comisión señalan que el mercado de trabajo continuará mejorando de una manera más sólida que en las anteriores previsiones. Este mejor comportamiento del mercado de trabajo, que supondrá un aumento de los ingresos y de la confianza de los consumidores, se registrará a condición de que las presiones sobre precios y salarios se mantengan contenidas.

El texto advierte de que mientras el aumento de la productividad ha dado un margen de libertad en determinados países, una injustificada aceleración de los salarios podría estrangular la expansión provocando un endurecimiento de la política monetaria antes de lo previsto.