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Entrevista:JORDI ARJONA | Delegado de estudiantes de la Universidad Politécnica | APUNTES

"El problema es que el universitario no se queja"

El estudiante de quinto de Ingeniería de Telecomunicaciones, Jordi Arjona (Valencia, 1983) es desde de diciembre el representante de los 34.000 alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia.

Pregunta. ¿Por qué participan tan poco los estudiantes?

Respuesta. Porque la universidad no tiene las connotaciones políticas que podría tener en la década de los 70. Está vista como un lugar de paso. Además, esta universidad es muy técnica y los estudiantes tenemos fama de ratas de biblioteca, por lo que no nos queda tiempo para otra cosa. Es algo a cambiar.

P. ¿Cuáles son sus objetivos?

R. Queremos que la delegación sea un verdadero punto de encuentro de las delegaciones de centro. Además, tenemos proyectos concretos como la creación de un foro de Internet para los alumnos, la creación de una revista... Pretendemos informar mejor a los estudiantes. El problema que tenemos es que la gente no se queja.

"Me parece bien que la universidad no admita las asociaciones con conexiones políticas"

P. Ha anunciado que pretende fomentar el asociacionismo.

R. Hoy son muy pocas las asociaciones que funcionan como tal, que en cambio en otras universidades sí que están funcionando.

P. La Politécnica no permite asociaciones que hagan alusión a conceptos políticos. ¿Influye eso en el bajo censo de asociaciones?

R. Conozco situaciones en otras universidades en que hay asociaciones que tienen una conexión política y no soy partidario de que esto se anteponga a los intereses de una asociación y mucho menos de una delegación de alumnos. Debemos representar a nuestros compañeros, no hacer política. No me parece mal que el reglamento de asociaciones de la Politécnica no las considere admisibles ya que pienso que las universidades no deben destinar recursos para ello.

P. ¿Qué intuyes que pueda ser lo que los alumnos más callan?

R. Que no comuniquen cuando en un examen se dé una situación que no sea adecuada; o que se den situaciones en las que un profesor incumpla una normativa de manera sistemática y el alumno, por desconocimiento de la normativa, por miedo, o porque ignora que hay un sitio en el que se puede quejar, no transmite su malestar. El problema es que el universitario no se queja. Hay gente demasiado transigente que piensa que lo que dice un profesor va a misa.

P. Ha hablado de falta de compromiso de algunos profesores y de sobraba burocracia.

R. No dije exactamente eso. Sí que es cierto que hay mucha burocracia en la universidad. El reglamento de la normativa de permanencia por el cual alrededor de 500 y 1.000 estudiantes debían abandonar la universidad si no se modificaba, tardó un año en aprobarse definitivamente. Con respecto a los profesores, basta con que uno de cincuenta sea malo, para percibir una visión negativa de la docencia. Son cosas contra las que luchar.

P. Quiere mejorar el transporte público. ¿Piensa trabajar en ello junto con la Universitat de València?

R. Por supuesto. Si vamos todos juntos sabemos que podemos tener más fuerza. Conocemos experiencias, como la de los compañeros de la Universidad de Cantabria, que consiguieron rebajar el importe del transporte público a propuesta suya.

P. ¿Qué opinión le merece la gestión como consejero de Justo Nieto?

R. La verdad es que la Generalitat poco puede pintar la pobre. Uno de los capítulos que más puede afectar a las delegaciones, es la creación del Consejo General de Estudiantes, que depende del ministerio y después hay que desarrollarlo en cada autonomía. La Generalitat en lo único que nos puede apoyar es en la creación del consejo autonómico de estudiantes y en principio sí que nos apoya En todo caso, el punto más importante ahora es el Espacio Europeo de Educación Superior, que depende del ministerio y si no se aclaran, o si van muy lentos... poco pueden hacer las comunidades autónomas. De momento, estamos en un estado de desconcierto y a la expectativa porque la gente todavía no tiene claro cómo se va hacer, qué va a pasar, qué va a incluir y se nos está echando encima, y como lo hagan mal, las primeras generaciones lo tendrán que sufrir.

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