Los inmigrantes de la construcción tienen menos de tres años de experiencia

El inmigrante que trabaja en la construcción en Cataluña tiene menos de 35 años, no domina el castellano, acumula menos de tres años de experiencia en el sector y trabaja, sobre todo, de peón. Éste es su perfil, elaborado a partir de la primera encuesta que se realiza en España a trabajadores de la construcción, encargada por Fomento del Trabajo. Cuando se le pregunta, el inmigrante dice que ha recibido formación "suficiente", pero la Oficina de Prevención de la patronal pone "en cuarentena" esta afirmación.

La Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, de ámbito estatal, ha financiado la primera encuesta que se realiza sobre la incidencia de la inmigración en el sector de la construcción en materia de prevención, por encargo de la Oficina de Prevención de la patronal catalana Fomento, con la idea de valorar las peculiaridades de este colectivo y su posible impacto en el desarrollo del empleo y en la siniestralidad laboral.

El estudio se basa en dos pilares: por un lado, encuestas a pie de obra con 574 trabajadores, de los cuales 271 son inmigrantes, de 135 empresas de la construcción en Cataluña; por el otro, la reunión de paneles de expertos, académicos, representantes de colectivos de inmigrantes, de trabajadores con distintas responsabilidades en la obra y también de responsables de empresas. El primer pilar permite tener una extrapolación estadística a la realidad del trabajador extranjero de la construcción. El segundo incide en aspectos cualitativos.

La parte cuantitativa del estudio, la de las encuestas, arroja que el 68% de los inmigrantes tiene menos de 35 años, que el principal colectivo es marroquí y que un 37% tiene un conocimiento rudimentario del castellano (si no es de habla hispana) y sólo un 28% domina la lengua. Un tercio de los extranjeros consultados no ha ido a la escuela. Un 44% trabaja como peón ordinario (categoría que cae a un 12% en el caso del colectivo de trabajadores españoles, donde abundan más oficiales de primera).

Lo más llamativo es que un 62% de los encuestados tiene menos de tres años de experiencia en el sector, cuando entre los españoles, una abrumadora mayoría tiene más de cuatro años de experiencia.

Un 83% asegura haber recibido información "suficiente" (menos que en el caso de los españoles) y el porcentaje de los que dicen que han recibido algún tipo de formación en la empresa se eleva al 87%.

Pero estas opiniones deben cogerse con pinzas. "Estamos ante una primera aproximación", subraya Blanca Bermejo, directora de la Oficina de Prevención de Fomento. Bermejo explica que lo más valioso de esta encuesta es el perfil que permite dibujar del inmigrante en la construcción, pero el desarrollo paralelo de las mencionadas reuniones de expertos le provocan "serias sospechas" de que, cuando se trata de seguridad laboral, "el trabajador encuestado no quiere responder lo que en realidad siente".

También en otros aspectos sobre el conocimiento del idioma, que es "más deficiente de lo que se confiesa, lo que implica un gran esfuerzo por parte de las empresas para adiestrar a los trabajadores, para que entiendan las medidas de prevención y las órdenes de lo que deben hacer".