Valencia SOS Sáhara
Cientos de familias valencianas andan estos días preocupadas por la salud de unos niños con los que en los últimos años han venido compartiendo los meses de verano. Son los 550 niños saharauis que han participado (9.500 en toda España) en el programa "vacaciones en paz", gracias al cual vienen a la península para recuperar parte de las proteínas y vitaminas de las que carecen con la espartana dieta con la que subsisten el resto del año en los campamentos de refugiados de Tinduf. Ahora la Media Luna Roja ha lanzado la voz de alarma y ha hecho un llamamiento urgente, el tercero en tres meses, a la comunidad internacional, a los países donantes, a las organizaciones internacionales y a la sociedad en general, para "solicitar una ayuda inmediata a los refugiados saharauis con el fin de evitar una hambruna que resulta inminente". El llamamiento se produce después de que la reserva de seguridad se agotara en octubre de 2006. De hecho, la situación no ha hecho sino agravarse desde agosto cuando James Morris, presidente del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Alto Comisionado de la ONU para los refugiado (ACNUR), advirtieron de la amenaza que se cierne sobre los 160.000 saharauis (11.200 niños menores de cinco años) que viven en los campamentos de refugiados de Tinduf. Hace dos años y por tanto antes de que se produjera la actual escasez, un estudio efectuado por la ONU detectó que el 66% de las mujeres de entre 15 y 45 años y el 68% de los menores de seis años padecían anemia. Además, el 35% sufre malnutrición. Para salir de la actual crisis el PMA necesita 7.000 toneladas de alimentos, cuyo coste es de 3,9 millones de euros, que permitirían alimentar durante seis meses a los 90.000 saharauis en situación más vulnerable.
La Media Luna Saharaui ha culpado de la situación a la Comisión Europea a la que acusa de no cumplir sus compromisos. Algún periódico argelino ha responsabilizado directamente a Francia a quien reprocha jugar la carta del hambre del pueblo saharaui para intentar doblegar su resistencia. El pasado lunes 5 de febrero una delegación marroquí encabezada por el ministro de Interior, Chakib Benmussa, presentaba en el Elíseo su plan de autonomía para el Sahara, que era calificado por el presidente Jacques Chirac como "constructivo". Esa misma delegación se presentaba el miércoles en Madrid forzando una entrevista con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a quienes presentaron el citado plan que, según fuentes diplomáticas, está inspirado en el régimen autonómico español. Plan autonómico que será remitido por Marruecos al Consejo de Seguridad en el plazo de dos meses como alternativa al referéndum de autodeterminación que reclama el Frente Polisario y que según la propia ONU debió haberse celebrado en 1998.
La situación en el territorio saharaui controlado por Marruecos es también terrorífica, con continuas violaciones de los derechos humanos (denuncias de detenciones ilegales, torturas y acoso policial) que han tenido su reflejo en la huida este otoño en pateras de cientos de jóvenes que han desembarcado en Canarias para solicitar asilo político.
Por sorprendente que pueda resultar los partidos políticos españoles, tan enfrentados en muchos temas, mantienen un respetable consenso sobre este drama. El diputado valenciano Andrés Perelló preside por unanimidad la Conferencia de Intergrupos Parlamentarios Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui que reúne a representantes de todos los partidos que representación en los distintos parlamentos autonómicos, así como en el Congreso y en el Senado. La Conferencia, reunida en Santander el pasado fin de semana, ha aprobado una declaración en la que lamentan la ambigua postura del Gobierno ante el "flagrante incumplimiento" de la legalidad internacional en materia de derechos humanos por parte de Marruecos. Los parlamentarios critican la postura de abstención activa mantenida por los representantes españoles en la Asamblea General y en la Comisión de Descolonización de la ONU en relación al Sáhara Occidental y expresan su preocupación por la noticia sobre la venta de armas de España a Marruecos.
Lo cierto es que la acción del gobierno de Zapatero se encuentra paralizada por un difícil equilibrio que contrapone por un lado sus responsabilidades respecto a la antigua colonia y sus intereses en el suministro de gas argelino y por otro lado, el papel clave de Marruecos en la frontera sur, su amenaza sobre Ceuta y Melilla, el control del islamismo y los intereses pesqueros españoles. En esa tesitura destacan las respuestas ciudadanas como la caravana de ayuda que está preparando la Federación de Asociaciones de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (Tel 96 394 24 35 fasps@hotmail.com).
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