Improvisaciones eróticas
José Antonio Sistiaga reflexiona sobre el cuerpo desnudo por medio de 24 dibujos expuestos en San Sebastián
Sostiene el pintor José Antonio Sistiaga (San Sebastián, 1932) que la mano del artista resulta, a veces, "más inteligente que su propietario". En su caso, con la mano izquierda, en la que tiene más fuerza, sin mirar al papel y con los ojos clavados en sus modelos, ha ido improvisado durante años decenas de dibujos eróticos. "Sólo por el sonido que produce la cera y el trazo sobre el papel sé si me estoy equivocando o no", asegura. El centro cultural Koldo Mitxelena exhibe ahora una selección de 24 de esas imágenes, realizadas con cera azul entre los años 1981 y 1993.
Sistiaga, uno de los fundadores de Gaur, el grupo de vanguardia que revolucionó el arte vasco en los años 60, ha bautizado la exposición Suite érotique. Y es que, "con cierto humor", compara sus dibujos con improvisaciones al piano, una denominación a la que añade, a modo de subtítulo, las palabras "fragmentos escogidos", ya que las imágenes muestran siempre sólo partes de los cuerpos que sirven de modelos.
El artista empezó a crear sus dibujos eróticos como respuesta a sus "frustradas" experiencias en París, donde trabajó los desnudos con modelos en poses "estáticas y frías", y tras observar un cuadro no figurativo en un banco de Bilbao, que le sugirió "ciertas formas" y le impulsó a acercarse otra vez al cuerpo. Al principio de esta nueva experiencia dibujaba con un solo modelo enfrente, pero luego invitaba a las sesiones a dos o tres personas de ambos sexos, de manera que "todo fuese movimiento y mucho más dinámico".
"Me interesa el movimiento. La manera en que ejecuto los dibujos es muy veloz. No hay retorno, no añado nada, no borro. Por eso considero estas imágenes improvisaciones musicales", subraya Sistiaga. E insiste en que la mano es enormemente inteligente. "Luego es cuestión de unir el ojo, la mano y la reflexión, una reflexión en la acción", añade.
El artista defiende que "la relación con el espacio exterior es muy diferente cuando hay una sola persona, que siempre plantea un vacío, o cuando hay dos, pues entonces surge una riqueza formal extraordinaria". Bajo estas pautas, Sistiaga podía llegar a dar forma a 40 o 50 dibujos en una sola sesión, aunque luego rechazaba la mayoría y se quedaba sólo con dos o tres, los que realmente le interesaba guardar.
"Las suyas son formas escuetas, apenas apuntadas en ocasiones, pero bien explícitas en otras; trazos muy elementales, veloces, con un juego del ni más ni menos desprovistas por un lado de toda tentación esteticista y, de otro, de toda provocación demasiado explícita". El escritor navarro Miguel Sánchez Ostiz describe con estas frases los dibujos eróticos de Sistiaga en el catálogo que se ha editado para la muestra, en el que también colaboran Jasone Osoro, en euskera, y Dominique Noguez, en francés.
"El dibujo erótico es un capítulo que muchísimos artistas hemos realizado, pero que no tantos hemos presentado ante el público, quizá por pudor, por tensiones con la censura...", comenta su autor, convencido, en cualquier caso, de que no se puede escapar de "la realidad, la curiosidad y el placer".
Color neutro
El creador donostiarra, autor de Ere erera baleibu izik subua aruaren, el unico largometraje pintado directamente sobre celuloide de la historia del cine, ha elegido el azul prusia para sus dibujos eróticos porque es un color neutro, que le permite "guardar una cierta distancia con la realidad física del color de la piel".
El azul ha sido también el color elegido por el director artístico de la muestra, Álvaro Matxinbarrena, para vestir la sala de exposiciones, donde, según detalla, ha colocado las 24 imágenes de Sistiaga como si fuesen una sucesión de fotogramas introducidos en otros tantos huecos de la pared. Aunque también apunta que el montaje ofrece una cierta similitud con los escaparates de las prostitutas de Amsterdam.
Suite érotique. José Antonio Sistiaga. Sala Ganbara del Centro Cultural Koldo Mitxelena. Urdaneta, 9; San Sebastián. Hasta el 24 de marzo. Horarios: de martes a sábado, de 10.30 a 14.00 y de 16.00 a 20.30; lunes, domingos y festivos, cerrado.
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