Los alumnos podrán elegir escuela cerca de casa aunque esté fuera de su distrito
Las familias tendrán un abanico de opciones más amplio para decidir a qué escuela van a enviar a sus hijos. Por un lado, la línea que separa un distrito de otro ya no será un obstáculo en la ciudad de Barcelona para elegir escuela. Por otro, las familias de Barcelona tendrán 15 puntos sobre un total de 135 si se decantan por un centro, aunque éste no se halle cerca de su casa, siempre que esté en su distrito. Estas medidas están incluidas en el borrador del decreto que prepara el Departamento de Educación de la Generalitat para la admisión de alumnos, desde la guardería hasta el bachillerato, a partir del curso próximo.
Los hijos de profesores tendrán más facilidades para estudiar en el lugar donde trabajen sus padres
El nuevo decreto no permite que los colegios privados concertados discriminen por razones de religión
Las familias numerosas perderán la prioridad para escoger centro y sólo la tendrán en caso de empatar con otras
A modo de ejemplo, el Departamento de Educación afirma que estudia enviar a cada familia barcelonesa el mapa de la manzana donde está su vivienda y los seis centros más próximos para que decidan el que más les convenga. "El objetivo de la Generalitat es que las familias puedan escoger entre las seis escuelas, tres públicas y tres concertadas, más próximas a sus casas, aunque no estén en su distrito", dijo ayer la directora general del departamento, Isabel Darder.
Desempate para el bachiller
La elección de un centro en un municipio, aunque no esté cerca del domicilio familiar, será primada con 15 puntos (ver gráfico).
Otros cambios consisten en la desaparición de los puntos que tenían las familias numerosas y los de los alumnos con problemas digestivos, endocrinos y celiacos. Para compensar a las familias numerosas, éstas tendrán un máximo de ocho puntos, pero sólo para desempatar con otros alumnos. La pérdida de puntos para los alumnos con problemas digestivos, endocrinos o metabólicos se compensará con la garantía de una plaza en el aula con cargo a la reserva de dos por grupo. Otra novedad es que los alumnos cuyos padres o tutores trabajen en el centro tendrán 40 puntos para entrar en la escuela o instituto.
Para acceder al bachillerato se tendrá en cuenta el expediente académico del alumno, que contará sólo para desempatar. Para ello se calculará hasta el segundo decimal de la nota.
El resto de los puntos para acceder a un centro no varía: tener hermanos, cercanía al domicilio, discapacidad del alumno o nivel de renta, entre otros.
El consejero de Educación, Ernest Maragall, dijo ayer que el nuevo decreto de admisión de alumnos estará listo en torno a la Semana Santa y recoge "el contenido del Pacto Nacional por la Educación y la Ley Orgánica de Educación".
El borrador del decreto destaca la gratuidad de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años. Y señala: "Los centros sufragados con fondos públicos no pueden establecer ningún tipo de discriminación por razones de nacimiento, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". Y añade: "Los centros públicos o privados concertados en ningún caso pueden percibir cantidades de las familias para la enseñanza de carácter gratuito".
Asimismo, la presentación de más de una solicitud de admisión para acceder a las enseñanzas incluidas en un mismo procedimiento de preinscripción convocado por el Departamento de Educación, o la falsedad o el fraude en los datos aportados comporta la pérdida de los derechos de prioridad que puedan corresponder al solicitante. "El centro tiene el derecho y el deber de aceptar a un alumno cuando se haya terminado el plazo, si tiene plazas", dijo el secretario de Educación, Francesc Colomé.
Los sindicatos criticaron el proyecto del decreto. Por parte de UGT, su portavoz, David Medina, dijo que aunque son necesarios cambios para adaptarse a la LOE, resulta decepcionante el hecho de que "el departamento no haya querido escuchar las recomendaciones del Consejo Escolar de Cataluña y deja perder una oportunidad de avanzar hacia la cohesión social". A Comisiones Obreras le preocupa que se puedan ampliar los alumnos de cada aula. "Nos preocupa que se pueda llegar a 27 y 28, porque ya ha habido sobrecarga. Nos parece bien que se abra la posibilidad de rebajar las ratios", dijo el secretario de Política Educativa, Josep Miquel Lacasta.
Ustec, que no firmó el año pasado el Pacto por la Educación, dijo que el proyecto "no contiene ninguna medida que garantice una distribución más equitativa del alumnado entre los centros públicos y privados concertados".
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