Al 72% de los discapacitados rurales nunca les ha visitado un trabajador social

Los discapacitados, como mucha otra gente, encuentran en los pueblos apoyo social y un ambiente tranquilo, pero eso no es suficiente para alguien que va en silla de ruedas. En el mundo rural la accesibilidad es difícil y un 29% de los grandes discapacitados querría cambiarse a otra localidad con más servicios. Un 72,6% nunca ha recibido en casa la visita de un trabajador social; los centros de rehabilitación les quedan a una media de 23 kilómetros y el 95% no cuenta con subvención para el transporte. Tampoco son accesibles los servicios de Internet (el 48% no tiene esa ventana al mundo) o de teléfono. Y los bares,prácticamente sus únicos centros de ocio, son los menos accesibles (el 94,3% así lo afirma).

Un estudio encargado por la Plataforma Estatal de Discapacitados Físicos a la Universidad de Salamanca y financiado por la Obra Social de Caja Madrid, pone de manifiesto que el 39% de los discapacitados rurales se saben en desventaja por esa razón.

El perfil del discapacitado es el de un hombre de mediana edad que ha sufrido un accidente al que cuida la esposa o la madre, un 90% mujeres, prácticamente sin estudios, que pasan con él una media de 20 horas al día.