La OCDE premia tanto la calidad como las horas extra

Contratados o funcionarios (aunque no en todos los sitios, con carácter vitalicio), los docentes de enseñanzas no universitarias de los países de la OCDE ven reconocidas profesional y salarialmente su experiencia, dedicación y la calidad de su trabajo de maneras distintas. Los criterios más comunes son los años de servicio, los títulos complementarios y los méritos, que van desde el desempeño de cargos directivos, orientación, tutorías o jefatura de estudios, trabajar más horas de las establecidas o la docencia a alumnos con necesidades educativas especiales en centros no especializados, asegura un estudio de FETE-UGT. Otros criterios utilizados son la formación de profesores en prácticas, trabajar en situaciones particularmente difíciles o la enseñanza de materias con escasez de docentes en ese campo.

En cuanto al reconocimiento de la calidad de la enseñanza ofrecida, existen primas en multitud de países, por ejemplo, Dinamarca, Eslovaquia, Hungría, México, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal, República Checa o Turquía. La manera de certificar esa calidad varía. En Inglaterra, los profesores que pasan una evaluación nacional voluntaria ascienden en la escala retributiva y en Turquía el suplemento al sueldo depende de una evaluación que hace el Ministerio de Educación. En México, los extras van ligados a los resultados que obtienen los alumnos. En Dinamarca, Noruega, Suecia y en los Países Bajos, todas las competencias en materia de personal la tienen los centros, así que pueden poner en marcha procesos de evaluación de sus docentes, y si lo creen pertinente, hacer que los resultados tengan repercusión en el salario o escalafón de los profesores. Respecto a las primas por trabajar en zonas desfavorecidas, 19 países de un total de 30 dan primas retributivas por trabajar en áreas difíciles, o ayudas de transporte si sus puestos están en áreas apartadas. En España, esta retribución es para los profesores de escuelas rurales.