Enanos de jardín en Collserola

Se llama Mag, es pequeño, chato, y el rosa es el color predominante en su figura. Hace unos días estrenó morada en Collserola. Una nueva compañía para la amplia representación de la fauna mediterránea que, según la web oficial del parque, habita en el pulmón verde de Barcelona. Pero Mag no es un animal, sino un enano de jardín moldeado en cerámica. Fue liberado en la sierra por el escritor Jordi de Manuel (Barcelona, 1962), el autor de El raptor de gnoms (La Magrana). De Manuel escogió el nombre de Mag como homenaje a la editorial que ha publicado la nueva entrega de las aventuras de su inspector Marc Sergiot, que tiene en Collserola uno de sus principales escenarios.

En el libro, Sergiot investiga la defunción de un millonario con un turbulento pasado como traficante de drogas. El suceso coincide en el tiempo con los atentados del 11-M y el inspector recibe la orden de cerrar el caso en el plazo de una semana. Pero él no se conforma con las evidencias superficiales que explicarían la muerte. Está convencido de que la desaparición de un gnomo del jardín de la casa del millonario guarda alguna relación con el suceso. Y se emplea a fondo para encontrar al autor del robo.

La investigación de Sergiot se intercala con las andanzas de Dragan Isakovic, un hombre atormentado por su participación en la guerra de los Balcanes que se ha instalado como un ermitaño en las ruinas del casino de la Rabassada, en plena sierra de Collserola. Sus escapadas a la ciudad tienen como único objetivo secuestrar gnomos de jardín y liberarlos en la montaña. "Los recuerdos de Dragan son el tercer escenario de la novela. Él es un hombre torturado por la guerra en la antigua Yugoslavia", explica el autor. En los gnomos encuentra una vía para expiar sus recuerdos, y por eso los bautiza con un nombre con mucho significado en ese pasado desapacible. Ninguno de ellos se llama como la figurilla que De Manuel dejó a buen recaudo en la frondosidad del bosque el día en que El raptor de gnoms se presentaba a la prensa.

Jordi de Manuel conoce al dedillo Collserola, un lugar laberíntico para el excursionista no iniciado. Un mapa topográfico le ayudó a situar los emplazamientos escogidos por Dragan para liberar a los enanos de barro que va sustrayendo por la ciudad.

De Manuel, biólogo y profesor de secundaria, inscribe su producción literaria en los ámbitos de la ciencia-ficción y la novela negra. A su juicio, escribir literatura de género y además hacerlo en catalán supone algo así como resignarse a tener un público minoritario, pero él es un entusiasta de ambos, y reivindica su capacidad para ser "libros cultos, que pueden plantear dilemas morales".