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La Diputación de Vizcaya se desentiende de la destrucción de un mural de Ibarrola

La obra, de los años 50, fue eliminada al reformar un edificio de la Compañía de Jesús

La diputada vizcaína de Cultura, Belén Greaves, limitó ayer a un conflicto entre el propietario y el artista la destrucción del mural que Agustín Ibarrola creó en los años 50 a petición de la Compañía de Jesús para uno de sus edificios en Bilbao. La obra fue eliminida durante la reforma del edificio, conocido como Los Luises y reabierto en noviembre de 2006 como Arrupe-Etxea. El grupo del PP, que había solicitado la comparecencia de la diputada en Juntas Generales, abogó por que el departamento foral evite la destrucción del patrimonio artístico en manos privadas

Los populares instaron ayer a Greaves a aprender "la lección" tras la destrucción del mural de Ibarrola y rediseñar su política cultural. La diputada de Cultura negó cualquier responsabilidad de la institución foral en los hechos. "El mural era un bien propiedad de la Compañía de Jesús, quien ha destruido la obra. La responsabilidad es de la Compañía de Jesús y tendrá el señor Ibarrola que dirimir su controversia con la citada compañía", argumentó. Greaves recalcó que la obra no contaba con ningún tipo de protección legal.

El conjunto mural, que llenaba las paredes y el techo de una estancia del edificio de los jesuitas, fue realizado por Ibarrola entre 1952 y 1953 y medía en conjunto 50 metros de largo por dos de alto. Un portavoz de los jesuitas justificó la decisión en diciembre pasado, cuando trascendió la noticia, por el presunto mal estado de conservación de la obra.

El juntero del PP Arturo Aldecoa comenzó su alocución destacando el "mal fario" que las obras de Ibarrola tienen en el País Vasco. "Unas han sido atacadas, otras han desaparecido y, en el caso que nos ocupa, han sido demolidas y punto", señaló. Pidió a la diputada que aclarase si conocía "de manera oficial o extraoficial" que la Compañía de Jesús iba a destruir el mural, ya que "ellos [los jesuitas] dicen que la diputada estaba informada", aseguró Aldecoa, quién defendió la pieza como "el reflejo de una época".

Greaves respondió que su departamento no ha tenido noticia "ni sobre la remodelación del edificio ni sobre la obra". "Tampoco se ha realizado ninguna consulta a nuestros técnicos sobre su conservación o cualquier otro tema", precisó. Señaló que tampoco dispone de un informe técnico sobre el mural ni consta documentación fotográfica del mismo. En su comparecencia en las Juntas, la diputada quiso "recordar la legislación vigente en cuanto al tema de patrimonio" e indicó que "cualquier bien", si no cuenta con una protección especial, "es responsabilidad de su dueño".

Inventario

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Aldecoa replicó aludiendo a la Constitución: "Hay un fallo en nuestra política cultural y es que olvida un artículo de la Constitución que establece el sentido social de la propiedad". Para Aldecoa, el problema es que "una gran parte" del patrimonio vasco se halla sin inventariar, por lo que pidió que se realice un inventario "de todas esas obras que están sin catalogar" de manera que la Diputación de Vizcaya pueda actuar cuando suceda algo parecido a lo acontecido con el mural. "No me diga usted que no va a tomar lecciones de este caso para hacer una política diferente", le espetó a la diputada.

El juntero del PP insistió varias veces en que los jesuitas "algo hicieron" en materia de consultas. "De sus palabras se desprende", dijo a Greaves, "que alguien miente en la Compañía de Jesús, que ha afirmado que se consultó al Ayuntamiento [de Bilbao] y a la Diputación". Aldecoa se refirió a los jesuitas como "una orden muy bien informada, que no mueve nada sin haberlo pensado detenidamente y que, si ellos dicen que consultaron, algo habrán hecho". Greaves terminó la comparecencia afirmando: "Su intervención ha sido una especulación. No sé si los jesuitas mienten, pero sí puedo asegurar que yo no he mentido en este caso".

El resto de los grupos evidenciaron que lo ocurrido con el mural de Ibarrola no es competencia de las Juntas Generales. El PNV puso en duda que sea posible inventariar el patrimonio en manos privadas.

La noticia de la destrucción del mural saltó a la opinión pública en diciembre pasado, una vez inaugurada Arrupe-Etxea. Entonces, la Compañía de Jesús adujo que el estado de conservación de la obra era pésimo; la Diputación de Vizcaya, no haber sido consultada y el Ayuntamiento de Bilbao, que se limitó a dar la licencia de obras sin reparar en la existencia del mural.

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