Tropas estadounidenses e iraquíes matan a 250 insurgentes en una batalla a las afueras de Nayaf
Cinco niñas mueren en un ataque con morteros contra una escuela en un barrio suní de Bagdad
En la ciudad santa de Nayaf, situada 160 kilómetros al sur de Bagdad, se libró ayer una feroz batalla entre las fuerzas estadounidenses e iraquíes, apoyadas por helicópteros y blindados, contra la insurgencia. Las primeras informaciones hablaban de más de 250 milicianos muertos en la ofensiva y al menos un helicóptero de EE UU derribado, además de varias bajas en las fuerzas de la coalición, entre los que se contaban media docena de soldados de Estados Unidos.
El teniente coronel Ali Yeriu, portavoz de las fuerzas armadas iraquíes, que previamente había hablado de cien muertos, señaló más tarde que eran más de 200 los fallecidos en los combates y confirmó el derribo del helicóptero estadounidense. Murieron dos de sus dos ocupantes.
Además, la violencia sectaria siguió ayer cobrándose vidas. Cinco niñas murieron en un atentado contra una escuela situada en un barrio de Bagdad predominantemente suní. El ataque se produjo sobre las once de la mañana (nueve en la España peninsular), cuando dos proyectiles de mortero explotaron en el patio de la escuela. Las bombas provocaron la rotura de los cristales de las ventanas de algunas aulas mientras se daba clase, por lo que 20 alumnas resultaron heridas. Ban Ismet, una alumna de unos 15 años, indicó en las dependencias del hospital Nuaman que ella se encontraba en el patio del colegio cuando explotaron las bombas y le hirieron las piernas. "Yo no podía ver muy bien lo que estaba sucediendo, pero vi a mi amiga Maha tendida a mi lado. La metralla le había golpeado en los ojos y había sangre sobre su rostro. Estaba muerta".
Poco tiempo antes del atentado contra la escuela, cinco civiles, entre los cuales se encontraban un niño de cinco años y su madre, murieron ayer en un atentado con bomba perpetrado contra un minibús en Ciudad Sáder, de mayoría chií. El artefacto explosivo estaba oculto en una bolsa colocada por un individuo que abandonó el vehículo poco antes del momento de la detonación. Pocos minutos después estalló otra bomba en un mercado al aire libre del barrio bagdadí de Baiyaa, otra zona de mayoría chií. Al menos dos personas murieron y otras 17, entre ellas dos menores, resultaron heridas.
En la ciudad de Kirkuk, 11 personas murieron y otras 34 resultaron heridas después de la explosión de dos coches bomba, con media hora de diferencia.
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