Llega la OPA de la verdad
Los accionistas de Endesa esperan que el precio definitivo de la oferta supere los 40 euros por título
Ha llegado la hora de la verdad. Después de 17 meses de conflicto, que en ocasiones ha parecido más un enfrentamiento político que una pelea empresarial, se acerca el momento crucial. El próximo viernes Gas Natural y E.ON deberán retratarse ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En sobre cerrado tendrán que presentar la oferta definitiva para comprar Endesa. Es el comienzo del fin.
Gas Natural, el primero en abrir las hostilidades el 5 de septiembre de 2005, ofreció 21,30 euros (las dos terceras partes en títulos de la gasista) por cada acción de Endesa. E.ON contraopó a 27,50 euros a finales de febrero de 2006. Las acciones se dispararon y esas cantidades se quedaron pequeñas. El gigante alemán se comprometió ante la CNMV a pagar un mínimo de 35 euros. Gas Natural (GN) no respondió. También los 35 se han quedado atrás. El título ha pasado de los 18,56 euros en que estaba el viernes 2 de septiembre a los 38,69 a los que cerró el viernes pasado (casi 40.000 millones de euros por el total).
El grupo alemán, que espera los movimientos de Gas Natural, tiene todas las de ganar
Manuel Pizarro se ha convertido en el verdadero triunfador de esta operación
Quedan todavía cinco días de cotización y muy probablemente el valor siga en aumento. Es decir, teniendo en cuenta la prima de dominio con la que se suele jugar en estos casos, el que quiera llevarse el gato al agua deberá rascarse el bolsillo. Los accionistas esperan que supere los 40 euros, aunque fuentes bursátiles abren un abanico entre 42 y 45 euros, lo que sitúa el valor total entre 44.500 y 47.000 millones. ¿Alguien llamó loco a Manuel Pizarro, presidente de Endesa, cuando dijo que valía 45?
Está por ver, en cualquier caso, cuál es la actitud que muestran los dos contendientes en las etapas finales. El grupo alemán tiene sobre el papel todas las de ganar y se encuentra a la expectativa de los movimientos que pueda hacer Gas Natural. Los accionistas de la firma gasista, La Caixa principalmente, ya dieron muestras de no estar dispuestos a mejorar mucho la oferta inicial. Recientemente, algunas fuentes del mercado han especulado con el nombre del grupo Suez, que participa indirectamente en Gas Natural, como apoyo financiero. Sin embargo, la propia entidad francesa ha declinado esa posibilidad.
Pero hasta el rabo todo es toro. Hasta que no se abran los sobres en la CNMV (el organismo regulador de los mercados ha pedido que se entreguen, aunque sea en blanco, ante la posibilidad de que Gas Natural tire la toalla) no habrá tranquilidad. Después el consejo de Endesa deberá emitir un informe en el que debe pronunciarse sobre las ofertas, algo que no es vinculante para el desarrollo posterior de la OPA.
Eso es, precisamente, lo que está esperando la legión de accionistas de la eléctrica desde hace casi año y medio. Un millón de inversores, en su mayoría pequeños, están al acecho. El título vale más del doble de lo que valía en las fechas en que se lanzó la primera OPA y cuadruplica el valor que tenía en septiembre de 2002, cuando la crisis argentina azotó a todas las empresas que tenían intereses en Suramérica, como Endesa.
Acciona, que se metió en la pelea el pasado otoño y ha alcanzado el 21% del capital, fue mucho más lejos y valoró la acción a 58 euros. El grupo constructor sugirió que por menos no vendería. En cualquier caso, obtendría suculentas plusvalías, ya que compró a 32 euros. Acciona ha tratado de orquestar una minoría de bloqueo que impida triunfar a E.ON. El objetivo de la constructora de la familia Entrecanales era alcanzar un 25%, que sumado al 10% de Caja Madrid, al 3% de la SEPI y a algún inversor que se incorporara (el empresario gallego Manuel Jove), dejaría en una posición muy complicada para que la junta de Endesa reuniera el 50% necesario para levantar el blindaje que impide votar por más del 10% del capital aunque se supere dicho porcentaje. Eso dejaría a E.ON fuera de juego y les permitiría mandar. Pero Caja Madrid quiere vender y la SEPI no toma partido.
Los accionistas -además de muchos pequeños inversores existen numerosos fondos de inversión- han sido uno de los objetivos principales de la guerra entablada entre Endesa y Gas Natural. Los responsables de la eléctrica descalificaron primero la oferta por insuficiente y después anunciaron dividendos para los futuros ejercicios, de los que ya han cobrado 50 céntimos. Muchos accionistas han vendido por el camino y han sacado pingües beneficios, pero los que han esperado sacarán todavía más.
Esa batalla la ganó claramente Manuel Pizarro, que, siga o no siga, se ha convertido en el verdadero triunfador. Desde el primer momento, este tozudo aragonés rechazó la OPA de Gas Natural, que consideró una ofensa. A sus tesis se sumó inmediatamente el Partido Popular, que vio una oportunidad de hacer sangre contra el Gobierno, que había expresado su respaldo a la operación, y tacharla de una entrega encubierta a Cataluña, en aquellos días en los que todo le olía a Estatuto.
Pizarro se parapetó y, con la Constitución en ristre, anunció que había demandado al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, por someterle por carta al deber de pasividad. Según los argumentos de Pizarro, que logró que la Audiencia Nacional suspendiera el acto de la CNMV, "la Ley de Valores no le puede impedir defender al accionista". Y eso se concretó en la búsqueda de un caballero blanco que cristalizó en E.ON. La noticia no gustó nada al Gobierno, que dio poderes a la Comisión de la Energía para dictar unas normas de exigencia que, a la postre, entorpecían la entrada de E.ON. Intervino Bruselas, que dio la razón a los alemanes, aunque por medio salieron trapos sucios de prácticas igual de protectoras por el Gobierno alemán precisamente con E.ON.
La actuación de Pizarro fue el inicio de una cadena de acciones judiciales de una y otra parte, con mayor actividad por la parte de Endesa. Las de más repercusión fueron la demanda contra Gas Natural e Iberdrola por ponerse de acuerdo para repartirse Endesa después de la OPA (Iberdrola se comprometió a comprar activos de Endesa) y el recurso contencioso-administrativo contra la resolución del Gobierno de aprobar la OPA de Gas Natural. Los dos fueron admitidos por el Juzgado Mercantil 3 de Madrid y por el Supremo, que impusieron medidas cautelares con caución de 1.000 millones. Esas medidas habrían paralizado cualquier OPA hasta que acabase la tramitación al menos un año más. Sin embargo, fueron levantadas a petición de Endesa, dejando el camino expedito para que al final haya café para todos los accionistas, incluida Acciona.
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