Arqueología del cine gallego
El CGAI recupera y proyecta las tres películas más antiguas rodadas en Galicia, dos documentales y una ficción
La historia del cine gallego comienza en una ría. Las imágenes de la botadura del acorazado Alfonso XIII en Ferrol, rodadas en 1913, son las primeras conservadas de Galicia. Los apenas 75 metros de película sobre el estreno del barco se proyectaron el pasado miércoles en el Teatro Principal de Santiago de Compostela, en una sesión de título explícito: Pioneiros do Cine en Galicia. Junto a los fotogramas documentales de los astilleros militares de Ferrol, la jornada organizada por el Centro Galego das Artes da Imaxe exhibió la primera ficción cinematográfica realizada en Galicia, Miss Ledya (1916), y la copia restaurada de O Ano Santo em Compostela (1915), de la productora portuguesa Invicta Film. La música del Abe Rábade Trio acompañó la excursión arqueológica por los comienzos del cine hecho en Galicia.
El cine llegó a Galicia a través de exhibidores ambulantes que venían desde Portugal
Los expertos no han logrado saber quién se encontraba detrás de la cámara de Botadura del acorazado Alfonso XIII, las imágenes en movimiento más antiguas de Galicia y han otorgado la autoría a la productora Ibérico Films. Planos generales de la ría de Ferrol o la llegada en tren de la reina Victoria Eugenia quedaron registradas hace 94 años. Apenas dos temporadas después, la empresa portuguesa Invicta Film montaba la cinta O Ano Santo em Compostela.
La memoria cinematográfica del 25 de julio de 1915 muestra la animación de Santiago de Compostela durante unas fiestas patronales hace casi un siglo. Miles de personas desfilan delante del obejtivo de los cinematógrafos portugueses. El poder religioso y el poder militar atraviesan pasillos de gentes del común. Miradas furtivas a cámara, sobre todo de niños, revelan la sopresa ante el dispositivo de los compostelanos de hace un siglo. Los estudiosos explican que el metraje conservado de O Ano Santo em Compostela, el que se pudo ver en el Teatro Principal, se compone de descartes de la película original.
La tradición cinematográfica portuguesa en Galicia se remonta a la prehistoria del cine. Exhibidores ambulantes llevaron por primera vez el invento de los hermanos Lumière a villas y ciudades de toda Galicia en las postrimerías del siglo XIX.
El fotógrafo José Gil, nacido en el concello de As Neves en 1870, es considerado el primer cineasta gallego. Según el historiador del cine y responsable de la Axencia Galega do Audiovisual, Manuel González, Gil resultó pionero a la hora de poner en marcha una productora cinematográfica, Galicia Cinematográfica. "De las alrededor de 170 películas que realizó José Gil hasta que murió en el año 1937", explica González, "se conservan apenas cuatro". El filme de Gil integrado en la sesión Pioneiros do Cine en Galicia, Miss Ledya, inaugura la ficción en el cine gallego.
Rodada en el momento histórico en el que el cine se debate en su contradicción fundamental, ficción o documento, Miss Ledya propone una historia de enredos enmarcada en el balneario de A Illa da Toxa. Con un guión obra del novelista Rafel López de Haro, la estrambótica narración trata de un anarquista de nombre ruso que se infiltra entre los huéspedes del hotel con la intención de atentar contra los reyes de Suavia. Identidades cambiadas, carreras frenéticas e incluso un cameo de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el papel de pastor protestante conforman los alicientes de una de las pocas tramas no reales de José Gil, especialista en noticiaros y en el cine de emigración.
Los historiadores que trabajan en la recuperación del patrimonio cinematográfico de Galicia coinciden en señalar las grabaciones del José Sellier entre las primeras incursiones de la máquina fílmica en el territorio gallego. La historiografía ha revisado recientemente, a la luz del descubrimiento de esta figura, los tópicos centralistas que apuntaban a Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza como el inicio del cine en España y señalan ese hito para El entierro de Coronel Bregua de Sellier. Pero de las labores del cineasta pionero, nacido en Francia y residente en A Coruña, no se conserva ningún vestigio.
El experto en cine de emigración Manuel González asegura que existen otras cintas primitivas realizadas por gallegos aún pendientes de rescate, muchas de ellas en la otra orilla del océano Atlántico. La última en ser localizada se titula Tranvías de A Coruña y se encontraba en la Cinemateca Uruguaya.
TRES OBRAS RESCATADAS DEL OLVIDO
- Las imágenes en movimiento de Botadura del acorazado Alfonso XIII son las más antiguas conservadas de Galicia. Fueron realizadas por la productora Ibérico Films, pero se desconoce la identidad de los operadores. Data de 1913.
- O Ano Santo em Compostela se compone de descartes restaurados de la película original, que se perdió, grabada por cámaras portuguesas el 25 de julio de 1915 en las calles festivas de un Santiago repleto de gente.
- José Gil, el director de Miss Ledya, la primera cinta de ficción del cine gallego filmada en 1916 y ambientada en el balneario de La Toja, fue pionero a la hora de poner en marcha una productora cinematográfica.
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