Cuatro actrices transforman en comedia la vida de personajes de cuentos infantiles
'Walt Disney me jodió la vida' se estrena el viernes en el Social Antzokia de Basauri
Cuatro personajes de cuentos infantiles llevados al cine en las primeras producciones de la factoria Disney se encarnan en seres de carne y hueso, dejan atrás la noñería y se transforman en mujeres "atípicas", "incorrectas por los cuatro costados" y dispuestas a la "gamberrada permanente". El resultado es la comedia Walt Disney me jodió la vida que, dirigida por Gorka Aginagalde, se estrenará el próximo viernes en el Social Antzokia de Basauri. "Es humor de mujeres huyendo de los tópicos: no hablan de lo malos que son los hombres, ni de la celulitis, ni de la menopausia".
Walt Disney me jodió la vida es la primera producción que pone en marcha la compañía La Lulú Comedí, creada por las actrices Gurutze Beitia y Gemma Martínez. Ellas son protagonistas de la obra, junto a Sol Maguna, y Maribel Salas y Vito Rogado, que se turnarán en el papel de la Bella Durmiente. Las cinco darán vida a los personajes de Caperucita Roja, convertida en ministra de Cultura, una Blancanieves que descubre que también existen los hombres de tamaño natural y una Bella Durmiente aburrida del príncipe, que se gana la vida con las clases de protocolo pero está loca por ser actriz. Alicia, al dejar la vida en el país de las maravillas, acaba siendo narcotraficante. "Son mujeres a las que les marcó Fantasía y han evolucionado a su manera", explican las actrices.
La comedia que pondrán en escena, dirigidas por Gorka Aginagalde - "el toque masculino que necesitabamos", bromean-, está basada en un texto de José Antonio Pérez, que quiso rescatar del olvido a los personajes de Disney que alimentaron su imaginación en la infancia. La obra es para su autor "una sátira política, un viaje posmoderno y políticamente incorrecto por ese funesto y fascinante siglo que fue el XX y por el rol que la mujer desempeñó en él".
El director y las actrices defienden que Walt Disney me jodió la vida es, fundamentalmente, humor de mujeres, que huye de los tópicos. Aginagalde ha buscado "la visión cómica de las mujeres" y su "código de humor salvaje y absurdo". La historia deja cantar y bailar a las cuatro actrices y construye la narración con flash-backs que contarán que ocurrió a los personajes tras el "colorín colorado" de los cuentos.
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