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Reportaje:

Integrar el conflicto para resolverlo

La solución extrajudicial de conflictos laborales cumple 10 años en España

El Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ASEC) firmado por los sindicatos y las organizaciones empresariales cumple 10 años. Salario y tiempo de trabajo centran las disputas en las empresas. El 77% de los asalariados están adheridos al SIMA, la institución que se encarga de mediar en los conflictos.

En 2006, el SIMA tramitó 237 conflictos laborales, que afectaron a más de un millón de empleados; el 37% de ellos fueron resueltos

Se trata de integrar el conflicto para resolverlo. Es el principal objetivo del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). O el sistema de ámbito nacional con el que cuentan las empresas y los trabajadores para resolver sus diferencias de forma extrajudicial, sin acudir a los tribunales. Lleva ocho años funcionamiento y en 2006 representó al 77% de los trabajadores españoles. Pero el verdadero punto de arranque del sistema de mediación de conflictos laborales en España data de 1996. Ese año las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME y los sindicatos CC OO y UGT firmaron el Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ASEC). Desde sus inicios, el acuerdo ha resuelto diferencias laborales de toda naturaleza. Las más reiteradas en 2006, con diferencia, fueron la interpretación de los convenios colectivos y, en segundo lugar, la declaración de huelga.

"El SIMA es la materialización de ese acuerdo; es una fundación, gestionada por la patronal y las dos principales centrales sindicales y que funciona con fondos públicos aportados por el Ministerio de Trabajo", explica Fernando Valdés Dal Re, catedrático de Derecho del Trabajo y asiduo mediador.

Los principales conflictos atendidos en el SIMA en 2006 tuvieron que ver con salarios y tiempo de trabajo.

"Este año las disputas giraron en torno a la interpretación de los convenios colectivos o sobre la declaración de huelga", apunta el mediador y abogado Pedro Murga. "Es interesante conocer también que el número de procedimientos tramitados en el SIMA fue de 234 mediaciones y tres arbitrajes durante el año pasado; afectaron a un millón de trabajadores y el 37% de las disputas se resolvieron. Las cifras dan una idea de la poca cultura de mediación en el ámbito laboral", comenta Murga.

La mediación y el arbitraje, sin embargo, han ido cuajando en España. No son pocos los que hablan de una rica cultura de la negociación en el país, pero siguen existiendo ciertos prejuicios. "Hay equívocos porque a veces el empresario cree que negociar es ceder y el sindicato que es una medida de presión, y esto no es así", señala José María Garrido, abogado y mediador en el actual conflicto entre sindicatos y patronal de las gasolineras, que amenaza con dos días de huelga a finales de enero.

No todos los sectores y empresas están adheridos al SIMA. El sector de la banca, por ejemplo, no aparece en el listado de sectores adscritos. Tampoco Renfe, ni Iberia. Fuentes sindicales aseguran que la banca no se adhiere porque considera que la mediación es más sensible a los temas sociales que los jueces, y eso les perjudica. En Renfe, al contrario, admiten interés en adherirse al SIMA en un futuro cercano. E Iberia aduce que ya utiliza los servicios de mediación en el ámbito autonómico.

"Es la confianza", resume Josefa Solá, presidenta del SIMA. "Pero después de diez años, creo que sí hemos consolidado muchísimo la mediación en España. Y ha sido un trabajo basado sobre todo en generar confianza", rememora Solá. "Esas conductas se contradicen con la demanda de autonomía en sus relaciones por parte de los actores sociales", opina Fernando Valdés. "Para algunas empresas, funciona todavía el principio de autoridad, aunque los jueces no tienen más solvencia profesional que los árbitros laborales", dice.

Trabajadores de Seat cortan como acto de protesta laboral una autopista próxima a su factoría.
Trabajadores de Seat cortan como acto de protesta laboral una autopista próxima a su factoría.MARCEL.LÍ SÀENZ

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