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MerkaFad y ModaFad cierran con éxito la semana dedicada a la moda en Barcelona

La gente se congregró delante de la antigua fábrica de cerveza Moritz en Barcelona mucho antes de que a las 12 del mediodía de ayer se abrieran las puertas del MerkaFad, el showroom y mercadillo con venta al público de diseñadores emergentes que organiza ModaFad, la asociación de imagen y moda de Fomento de las Artes y del Diseño (Fad), y último de los actos de moda celebrados esta semana en Barcelona. También el viernes, en el PasaFad, el desfile pionero en promocionar a jóvenes talentos de la moda, se había registrado una afluencia muy superior al aforo de 1.000 personas del espacio que está reestructurando el arquitecto francés Jean Nouvel. "Esperamos superar con creces los 8.000 visitantes de la pasada edición", señaló Chu Urroz, presidente de ModaFad, satisfecho con el éxito de un evento que, por el momento, no goza de ningún apoyo institucional.

A la espera de reunirse con los representantes de la Generalitat, Urroz se consolaba con "el excelente nivel" de la 23ª edición de ModaFad que, bajo el título 000 Black, reunió a 32 participantes a concurso más cuatro diseñadores invitados: María Escoté, Boris Bidjan Saberi, Susy Sans y Astrid Nahmad. Estas dos últimas, que han sido contratadas por el modisto italiano Valentino, han regresado a Barcelona con sus colecciones bajo el brazo: Sans con Mi dejà viu 1800-2007, una reinterpretación de la moda del siglo XIX, y Nahmad con In God we trust, una línea de hombre que combina los elementos estéticos de las religiones judía, musulmana y budista.

Alta costura

A pesar de que la alta costura sigue siendo un universo controlado por los hombres, entre los emergentes el porcentaje de mujeres es aplastante. Así lo han demostrado también los premios, en esta edición sin dotación económica. "Las ventas del MerkaFad sirven precisamente para compensar parcialmente el esfuerzo de los jóvenes, que en su gran mayoría cortan y cosen personalmente todas sus prendas", explicó Urroz. Por primera vez este año se han repartido cinco galardones, más una mención especial a la colección Verdades a media, de Débora Nájera e Inés Martínez.

El premio a la mejor colección de hombre y de mujer ha sido respectivamente para Eva Bazán con bodies para chicos y americanas con monederos de tacón como bolsillo, y Eunate Vivanco con prendas reversibles, negras por fuera y coloreadas por dentro. El premio al mejor concepto ha sido para la colección Spoon de Christine Kolnberger y María Roch quienes, aun a riesgo de no ser admitidas, presentaron una colección blanca con esporádicas manchas negras.

El premio a la creatividad fue para Anna Boyer y Laura Echevarría con una colección para mujer inspirada en los dados, mientras que Arturo Carlos Martínez consiguió el premio al mejor diseñador con prendas en homenaje a la alta costura, que se pueden modificar según la inventiva de quien las lleve.

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