Todos los partidos se plantan contra el nuevo debate sobre ETA que exige el PP

El PP anunció ayer una nueva ofensiva parlamentaria para obligar al Gobierno a debatir cinco proposiciones no de ley sobre política antiterrorista que recogerán otras tantas condiciones previas para suscribir un pacto anti-ETA. El PSOE se puso en contacto con el resto de grupos parlamentarios, y todos ellos decidieron un plante contra la iniciativa para evitar que el Congreso se convierta en el escenario de un nuevo episodio de crispación y división de la clase política sobre la estrategia para acabar con el terrorismo de ETA.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a defender ayer la unidad de las fuerzas democráticas contra ETA, y pidió a Rajoy que no ponga condiciones previas para el pacto. Rajoy le contestó con cinco iniciativas en las que exige del Gobierno medidas para ilegalizar al Partido Comunista de las Tierras Vascas, máximas condenas para los implicados en el caso Egunkaria, la persecución de todas las acciones de Batasuna y el mantenimiento de su ilegalización, así como la derogación de la resolución que autoriza el diálogo para el fin del terrorismo.

El portavoz del grupo socialista, Diego López Garrido, habló ayer por la tarde con el resto de grupos parlamentarios para consensuar una postura de boicoteo a esta iniciativa. López Garrido aseguró que había conseguido el apoyo de todos los grupos para evitar que el pleno se convierta de nuevo en escenario de división de los demócratas en la lucha contra ETA,

Por otra parte, uno de los principales líderes de la izquierda abertzale, Rafael Díez Usabiaga, secretario general del sindicato LAB, afín a Batasuna, advirtió ayer de que "no hay proceso con bombas", y pidió a ETA y al Gobierno "que eliminen los factores de ambigüedad" para recuperar el diálogo.