Los inmigrantes envían 5.000 millones a sus países en 10 meses, más que en todo 2005

Las remesas de los inmigrantes que trabajan en España a sus países de origen han batido un récord. El dinero enviado entre enero y octubre de 2006 superó por primera vez la barrera de los 5.000 millones de euros (5.002 millones), un 34,7% más que en igual periodo de 2005. Esta cifra ya es superior a la registrada en todo 2005 (4.614 millones) y casi duplica las remesas enviadas en 2002, según los datos del Banco de España. Además, la institución informó de que el déficit exterior (principal problema de la quinta economía europea) continúa creciendo, con un alza del 32% en los 10 primeros meses de 2006, hasta 72.524 millones (un 7,6% del PIB), por la incapacidad del país de exportar más.

España se sitúa a la cabeza de Europa en envío de remesas de inmigrantes y la cifra no para de crecer. Entre enero y octubre pasado se alcanzaron 5.002 millones de euros, todo un récord que supone multiplicar por 11 el volumen de remesas de 1996 (unos 421 millones de euros). Además, en 2006 se ha ido consolidando la tendencia iniciada entre 2004 y 2005, cuando estos envíos empezaron a superar a los de los emigrantes españoles desde el exterior (éstos enviaron a España 4.022 millones entre enero y octubre, un 11,3% más que en idéntico periodo de 2005).

Sólo en el mes de octubre, los envíos de dinero de los inmigrantes se situaron en 576 millones, un récord mensual, según los datos del Banco de España, incluidos en la balanza de pagos correspondiente a octubre. Como consecuencia de este aumento de las remesas, el Gobierno impulsará este año un conjunto de medidas para facilitar y abaratar el coste de las transferencias bancarias al extranjero. Además, el Ejecutivo tiene previsto impulsar acuerdos comerciales entre entidades financieras de países emisores y receptores de remesas,

Respecto al conjunto de la balanza de pagos, los datos publicados ayer por el Banco de España ponen de manifiesto que el agujero exterior que sufre la economía española sigue creciendo. El déficit exterior (diferencia entre los intercambios con el exterior de mercancías, servicios, rentas y transferencias) registró en los 10 primeros meses del año un déficit de 72.524,2 millones, un 32% más que en el mismo periodo del año anterior.

El principal lastre sigue siendo el aumento del déficit comercial (diferencia entre las exportaciones y las importaciones de mercancías). Éste llegó a los 66.918 millones entre enero y octubre pasado, un 19,4% más, porque las importaciones han seguido creciendo a mayor ritmo que las exportaciones (un 13,6%, frente al 11%). Este desfase, según los expertos, refleja una pérdida de competitividad.

Mientras, los ingresos del exterior por turismo ya no tienen el peso de años anteriores. Así, el superávit registrado por la rúbrica de turismo y viajes descendió un 3,8%, hasta 23.037 millones.

El desequilibrio exterior tiene consecuencias directas en la necesidad de financiación de la economía, que ha crecido hasta 68.998,9 millones hasta octubre, un 40% más.