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Rebelión en el metro

Una avería en plena hora punta provocó el motín, en la línea 6, de centenares de viajeros

Dos averías consecutivas en dos trenes que circulaban ayer en plena hora punta por la línea 6 (circular) del metro provocaron la rebelión de centenares de viajeros, que se negaron a obedecer la orden de megafonía de desalojar los vagones. Los guardias de seguridad no pudieron contener a los sublevados y tuvieron que llamar a la policía antidisturbios. En plena hora punta, a las ocho y media de la mañana, centenares de pasajeros viajaban ayer montados en un tren de la línea 6 (línea circular, de color gris). De repente, en la estación de Usera (dirección Sainz de Baranda) por "una avería técnica", según Metro, los pasajeros tuvieron que bajarse de los vagones y esperar en el andén a que llegase el siguiente convoy. Éste ya venía lleno, así que los nuevos pasajeros se apiñaron como pudieron y el tren continuó el viaje. Hasta Conde de Casal.

"¡No nos bajamos!", gritaban los sublevados, de todas las edades

Allí, se produjo otra avería: el sistema de cierre de puertas falló. Por megafonía Metro anunció a los pasajeros que, de nuevo, tenían que bajarse de los vagones. "En Pacífico, la estación anterior, las puertas ya cerraron mal, pero no porque estuviesen rotas, sino porque había demasiada gente en el vagón", contó una afectada.

Los centenares de viajeros, que ya venían enfadados por el parón anterior, ignoraron el aviso de megafonía y se negaron a moverse de los vagones. "¡No nos bajamos¡ ¡No nos bajamos!", gritaron los sublevados, entre los que había gente de todas las edades. "¡Todos los días igual, hombre por favor, que siempre llego tarde a trabajar!", gritó una mujer a uno de los vigilantes de seguridad que habían bajado a los andenes a poner orden.

Seis vigilantes, más personal de la Gerencia de Seguridad de Metro, intentaron contener la rebelión, pero "unas 20 personas", según fuentes de la compañía, se aferraron a las barras de los vagones mientras los agentes de seguridad les ordenaban que saliesen. "La línea circular siempre está rota. La gente estaba indignada, y no sólo los jóvenes. En el motín ha participado todo el mundo, no ha sido ningún acto vandálico", contó una viajera.

Ante el caos, Metro avisó al Cuerpo Nacional de Policía. Un grupo de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, bajó hasta los andenes para obligar a los amotinados a soltarse de las barras de sujeción. En el tumulto, uno de los pasajeros, Hugo Pérez Duque, de 19 años y sin antecedentes policiales, fue detenido "por lesiones a un policía y atentado contra la autoridad", explicaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía.

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"La gente estaba muy nerviosa y los policías han ayudado a los vigilantes a canalizar a esa multitud", agregaron dichas fuentes. Los agentes desalojaron a los pasajeros y éstos se agolparon entonces en las taquillas para presentar reclamaciones. La policía tuvo que controlar también a la multitud que seguía quejándose en el vestíbulo de la estación de Conde de Casal. Desde Metro no precisaron ayer el número de reclamaciones presentadas por los centenares de afectados. Algunos viajeros hablaron de poner una denuncia colectiva.

La rebelión colapsó el tráfico de trenes en la línea 6 y el servicio estuvo interrumpido durante una hora, entre las nueve y las diez de la mañana, en el tramo entre Méndez Álvaro y Sainz de Baranda. Los desalojados salieron a la calle en busca de un transporte alternativo y entonces colapsaron los autobuses de la zona de Conde de Casal. "Parecíamos una marea humana, como si fuésemos una manifestación", explicaron varios testigos. Los viajeros que, a su vez, llegaban a las estaciones de autobuses de Méndez Álvaro y Conde de Casal se encontraron también con la conexión con el metro cerrada.

Precisamente el año pasado, la línea 6 de metro (circular) -donde se mezclan trenes de diferentes modelos y voltaje- sufrió un total de 14 averías, según los datos del PSOE, y de los sindicatos CC OO y UGT.

De los 14 incidentes, cuatro fueron por fallos en los trenes y uno por perforación de las obras de la M-30. Pero la causa principal de las averías en la línea circular se debe a la mezcla de trenes viejos de la serie 5000 con algunos modernos. Los viejos, que llevan funcionando desde 1976, iban a ser desguazados cuando la línea 7 los cambió por los modelos 9000. Una decisión de última hora salvó algunos para la línea circular. Esa mezcla de material es la que produce los fallos, tanto en la circulación como en la corriente, denuncian los sindicatos.

En total, las averías en la red del metro aumentaron en 2006 un 32% respecto al año anterior, según el mismo informe. Metro, sin embargo, rebaja ese porcentaje hasta el 7%.

El Sindicato de Conductores de Metro aseguró que los "continuos trastornos" del servicio no son consecuencia "de ninguna movilización encubierta de los trabajadores". "Las constantes averías se deben a la falta de mantenimiento tanto en el material móvil como en las instalaciones", dicen.

Además, el PSOE solicitará una "reunión urgente" de la Comisión de Transportes e Infraestructuras de la Asamblea para pedir del consejero delegado de Metro de Madrid, Ramón Aguirre Rodríguez, una explicación "del deterioro del servicio".

Algunos de los pasajeros que ayer se negaron a bajarse de los vagones hablan con los agentes.
Algunos de los pasajeros que ayer se negaron a bajarse de los vagones hablan con los agentes.EFE

"Protestas, y te pegan"

Hugo Pérez Duque, de 19 años, fue detenido ayer por la policía durante la rebelión de los viajeros de Metro. El chico, que vive en Pozuelo, está estudiando segundo de Derecho en el campus de Vicálvaro de la Universidad Rey Juan Carlos. Ayer por la mañana, como todos los días, cogió el metro para ir a la facultad. Terminó pasando la noche en el calabozo.

En medio del tumulto, Pérez Duque fue detenido por la policía, que le acusa de lesionar a un agente y de atentado contra la autoridad. Fue enviado a la comisaría de Nuevos Ministerios.

"Antes de ir a comisaría, Hugo ha tenido que pasar por el Hospital Clínico porque tiene el ojo morado. La policía le ha apaleado; se han ensañado con él", explicó Francisco, el padre del detenido.

"Mi hijo me ha dicho que lo único que ha hecho ha sido decirle a la policía que no tenían derecho a tratar así a los viajeros; estaban sacando a la genta a rastras", aseguró el hombre. Para la familia del detenido, la peor conclusión que han sacado es que "protestas porque llegas tarde a clase por culpa del metro, y encima te pegan". "Hugo está muy asustado. Me ha dicho: 'Papá, yo no he hecho nada'", concluyó el padre. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía señalaron, sin embargo, que el desalojo se había producido sin incidentes.

Decenas de usuarios enviaron ayer por correo electrónico a este periódico su versión de lo ocurrido. Ricardo Arranz explica que, al hablar de "un motín de usuarios", lo ocurrido puede ser interpretado "como un hecho vandálico o anecdótico, perpetrado por gamberros, cuando la realidad es bien distinta". "No quiero justificar el comportamiento de los usuarios que han desobedecido las indicaciones del personal de la compañía, pero cualquiera que haya viajado en la línea 6 y en la franja horaria del suceso, seguramente se encontrará próximo a comprenderlo".

"Viajo a diario en esa línea; un día sí y otro también se producen largos parones. Los andenes se llenan de gente que no puede entrar en el tren o no puede salir. ¿No se revisan los trenes para prevenir averías? ¿No existen equipos de mantenimiento?", se pregunta Rafael Claudín en otra carta.

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