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Reportaje:La lucha contra ETA

Ecuador contra ETA

Los organizadores de la marcha de Madrid confían en su éxito a pesar de las amenazas del PP

Muy a su pesar, Santiago Morales Cruz se ha convertido en el hombre del día. Morales, que nació en Cayamba, al norte de Quito, hace 43 años, se estableció en España hace una década. Es licenciado en Derecho y regenta una carpintería y un locutorio en Bilbao. Desde hace apenas tres meses, ostenta la presidencia de la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en España (Fenadee). El 31 de diciembre, en plena incertidumbre sobre la suerte de dos compatriotas que se hallaban en el aparcamiento del aeropuerto de Barajas cuando ETA hizo estallar allí la potente bomba que acabó con el proceso de diálogo, propuso a los directivos de su federación la convocatoria de una manifestación contra el terrorismo.

La Comunidad de Madrid inspiró una federación fantasma para romper la solidaridad
"La manifestación fue una idea personal mía, que surgió del dolor", afirma Antonio Morales

"Fue una idea personal que surgió de la impotencia, del sentimiento de solidaridad, del dolor", recuerda. "Yo mismo hablé con los sindicatos y con los partidos políticos para organizar la marcha: con el PP, con el PSOE, con IU...".

Uno de esos partidos, el PP, ha convertido su idea solidaria en el principal instrumento de su estrategia de acoso al Gobierno, y le ha situado a él mismo en el centro de una lucha política en la que jamás pensó entrar.

Morales es la cabeza visible de los inmigrantes ecuatorianos, que forman, tras los marroquíes, la colonia más numerosa en España: 376.233 personas, la mitad de las cuales trabajan en el sector servicios y otra cuarta parte en la construcción. Para dar una idea de su fuerza económica basta señalar que, en 2005, enviaron a su país 932 millones de euros, cantidad que supone el 3,6% del Producto Interior Bruto de Ecuador.

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La federación que preside Morales engloba a la mayoría de las asociaciones que intentan articular al colectivo. Y son muchas. En el Registro del Ministerio de Justicia figuran inscritas más de medio centenar. Algunas han sabido atraerse a sus compatriotas por la vía del ocio (la Asociación de Pueblos del Ecuador en Madrid organiza una liga de fútbol con 180 equipos) o con réplicas de fiestas tradicionales de su país de origen. Otras, como Rumiñahui, defienden los intereses globales del colectivo ante la Administración. Pero, en general, no puede afirmarse que la vida diaria de los inmigrantes gire en torno a ellas, salvo cuando acaban de llegar a España o tienen algún problema burocrático.

La existencia de ese entramado asociativo discurrió al margen de la política nacional hasta hace un año, cuando se planteó la posibilidad de que los inmigrantes pudieran votar en las elecciones municipales y autonómicas. Entonces, los partidos políticos, a través de las comunidades autónomas y ayuntamientos bajo su gobierno, iniciaron el control de las asociaciones de sus respectivos ámbitos geográficos a través de la concesión de subvenciones. El objetivo era ganarse los futuros votos de los extranjeros.

La posibilidad de que los inmigrantes -al menos los ecuatorianos- ejercieran el derecho al voto acabó en agua de borrajas, pero la penetración de los políticos en su tejido asociativo a través de las subvenciones permaneció intacta.

En los últimos días, esa influencia ha sido utilizada sin reparos por la Comunidad de Madrid, donde reside un tercio del colectivo. La Comunidad, controlada por el PP, ha inspirado el nacimiento de una federación de asociaciones puramente virtual para alinearla con sus tesis y romper el movimiento de solidaridad que alentó la convocatoria de la manifestación por los dos jóvenes asesinados en el aparcamiento de Barajas.

El chantaje del PP y de los medios de comunicación afines no se preocupó siquiera de guardar las apariencias. Para muestra, un botón. El pasado martes, el locutor radiofónico Federico Jiménez Losantos amenazaba así a los ecuatorianos a través de los micrófonos de la cadena Cope: "Y no se dejen manipular, señores ecuatorianos. Que se van a manifestar con los comunistas. Sin el PP. Y recuerden, señores ecuatorianos, que aunque el que mande tenga querencia progre o bilbaína [en referencia a Santiago Morales, que reside en Bilbao], las tres comunidades donde están los ecuatorianos, donde más se les ayuda, son Madrid, la Comunidad Valencia y Murcia. Recuerden". Esas tres comunidades autónomas -Cataluña, donde viven 64.786 ecuatorianos- fue extirpada del segundo lugar de la lista- están gobernadas por el PP.

No todas las asociaciones encuadradas en la federación inspirada por el PP aceptan de buen grado el chantaje. El presidente de una de las cinco que están integradas en ese ente fantasma -ni siquiera figura inscrito en el Registro de Asociaciones- hacía ayer equilibrios entre su bolsillo y su conciencia y explicaba, con la garantía del anonimato, que él y su familia acudirían a la manifestación contra el terrorismo "a título personal".

A pesar de todas estas advertencias, Santiago Morales está convencido de que su convocatoria tendrá éxito: "Estoy segurísimo de que a la marcha acudirán muchos hermanos. Naturalmente, no todos los que viven en España, pero sí delegaciones suficientemente representativas. En Murcia hemos fletado ocho autobuses, cuatro en Cataluña, cuatro en la Comunidad Valenciana, en Málaga, en el País Vasco...".

Patricia Villarruel, que ha sido cinco años corresponsal en Madrid de El Comercio y desde hace nueve meses ejerce la misma función para El Universo, los dos diarios más importantes de Quito, está de acuerdo con el presidente de la Fenadee que la respuesta de sus compatriotas será masiva, aunque matiza su opinión: "Creo que la gente saldrá a la calle contra el terrorismo. Pero no tanto porque la convoque una u otra asociación, sino, sobre todo, porque siguió muy de cerca el drama de los familiares de Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate

, la búsqueda de sus cuerpos, el rescate de sus cadáveres y sus entierros en Ecuador. Vivieron angustiados durante varios días, y necesitan mostrar su solidaridad".

A pesar de las amenazas.

Altar de homenaje a los dos jóvenes ecuatorianos asesinados por ETA en la T-4 de Barajas.
Altar de homenaje a los dos jóvenes ecuatorianos asesinados por ETA en la T-4 de Barajas.GORKA LEJARCEGI

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