El dueño de la pelota
Ausente Deco, lesionado, Xavi vuelve y augura un duelo competido ante un rival al que tiene simpatía
Xavi Hernández (Terrassa, Barcelona; 1980) encara el derby desde la perspectiva que da haberse pasado toda la vida esperando los partidos contra el Espanyol: "He mamado la rivalidad. Para un jugador de la cantera del Barça, como yo, no hay otro rival. Al Madrid le veíamos sólo en torneos puntuales. El rival era el Espanyol".
Con Deco lesionado -"lo ha intentado, pero no puede", lamenta-, Xavi volverá a ser titular esta noche. "Nunca me he sentido suplente. Si empecé tres partidos en el banquillo fue porque me lesioné y, después, quitarle el sitio a Deco y a Iniesta... ¿Creen que es fácil?", razona. Luego, recuerda que antes del golpe en la rodilla que le tuvo dos semanas de baja en noviembre había jugado como titular casi el 90% de los partidos: "En un sitio donde la competitividad es tan alta es para estar orgulloso".
"Montjuïc es enorme. Siempre te da tiempo a pensar y escoger la mejor opción"
Sabedor de que hoy jugará, al termino del entrenamiento de ayer empezó a sentir el hormigueo que genera pensar en el derby: "Es diferente a todos los partidos. Desde que soy alevín, es un un partidazo. Yo lo siento distinto a los demás".
No sabe cuántas veces habrá jugado este partido en su vida, igual cien, pero sí sabe que hoy jugará el número 14 desde que está en el primer equipo del Barça: "Me puedo equivocar, pero no recuerdo una derrota". Lleva las cuentas perfectamentamente porque de los 13 que ha jugado ha ganado diez y tres los ha empatado.
La rivalidad la lleva bien el centrocampista de Terrassa y, lejos del sentir de muchos barcelonistas, a él no no le gustaría ver al Espanyol en la Segunda División: "Cuanto más arriba esté, mejor. A mí no me cae mal. Al contrario. Tengo buenos amigos pericos. Me cae bien el Espan-yol", asegura el 6 azulgrana; "incluso con su presidente me llevo bien. Por eso me supo muy mal lo que pasó el último verano".
Se refiere a la polémica generada por su alineación en el partido de ida de la Supercopa, que acabó impugnando el Espan-yol por alineación indebida. Tres días antes, ni Xavi ni Puyol jugaron con la selección española alegando sendas lesiones: "No engañé a nadie, no hice nada ilegal y no me faltó compromiso con el equipo nacional", advierte ahora que las directivas se llevan tan mal que ni se sientan a comer. Al tiempo, señala el Olímpico de Montjuïc como uno de los campos donde más disfruta jugando: "Es muy grande, enorme. Siempre te da tiempo a pensar y escoger la mejor opción".
Por concepto de juego, sabe que el objetivo hoy es agarrar el balón. "Los dos equipos queremos la pelota", razona. "Les vi contra el Getafe y con ella se sienten cómodos. Quien tenga el balón ganará el derby", avisa al tiempo que intuye que el Espanyol ha crecido desde la Supercopa. "Hay partido", concluye.
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