El 'derby' de una sola área

Aunque el domingo perdió contra el Recreativo, hay excitación en el Espanyol para el partido de hoy. Y el Barça aguarda igualmente con ganas su visita a Montjuïc después de saldar sus últimos cuatro encuentros con una victoria y tres empates con tres goles de libre directo. El derby catalán despierta más expectativas que en anteriores ediciones. Valverde está armando un equipo con muy buen gusto por el fútbol y que necesita grandes desafíos para su autoestima y el Barça no sólo es el campeón de la Liga y aspirante a revalidar el título, sino que en sus 11 visitas al estadio Olímpico sólo ha caído en una (2001-02) y empatado en tres: ganó las otras siete. Hay fiebre en el Espanyol por vencer de una vez al Barça. Más que el cuerpo a cuerpo con su rival ciudadano, al Barça le anima precisamente la buena estrella en la cancha blanquiazul y la reaparición de Ronaldinho, después de tres semanas de asueto, para reencontrarse con el triunfo y marcar el paso.

Nadie como el gaucho simboliza el poder ofensivo azulgrana: es el jugador que en más acciones de gol ha participado (25). El Barça es el equipo con más acierto ante la portería (225 remates para 35 goles) y el que más combina. Si no es el que más remata se explica en parte porque cuenta con un partido menos. "Puede que hayamos acusado el parón invernal, pero no estoy preocupado por los pocos goles marcados últimamente. Generamos ocasiones", opina Rijkaard; "hay que mejorar la puntería".

Juega el Barça tanto en el área ajena como el Espanyol en la propia. Kameni y Jarque, por delante de Casillas, son los jugadores de la Liga que más balones despejan en su área y si el camerunés no lidera la estadística en la que convergen todos los asuntos relativos a un portero es sólo por la omnipresencia del Pato Abbondanzieri del Getafe. "No me preocupa la delantera del Barça", explica Kameni; "nos viene bien la baja de Eto'o porque siempre aporta algo diferente. Jugar contra el Barça es un placer porque se disfruta". A Valverde, privado de Zabaleta, le encanta que no juegue Deco, lesionado: "Genera muchas ocasiones, recupera balones y sabe cuándo hay que parar el juego. El portugués es una pieza vital. Ronaldinho, en cambio, es imprevisible por más que le pongas una buena marca".

A uno y otro equipo se les exige la victoria por la moral, el orgullo y la clasificación: quiere estirarse el Barça con un golpe de autoridad y el Espanyol no quiere permanecer en tierra de nadie.