Los grupos deciden seguir negociando el Estatuto hasta la reunión entre Touriño, Quintana y Feijóo

Las negociaciones políticas sobre la reforma del Estatuto avanzan lentamente y no concluirán hoy, como estaba previsto. Socialistas, nacionalistas y populares dedicaron ayer apenas unas horas a repasar los artículos que ya habían discutido a lo largo de las últimas semanas de 2006, con especial detenimiento en el título que recogerá los derechos y las garantías de los ciudadanos.

Y aunque volverán a reunirse esta mañana, la intención de los grupos parlamentarios es retomar las negociaciones el lunes y continuar hasta apenas unas horas antes de la reunión que sus tres líderes mantendrán el miércoles en la residencia oficial del presidente de la Xunta.

Según la metodología que pactaron Emilio Pérez Touriño y Alberto Núñez Feijóo en su última reunión de noviembre, la ponencia parlamentaria debe concluir sus trabajos antes de que los líderes de las tres fuerzas se reúnan para tratar de llegar a acuerdos en los asuntos que queden pendientes. De ese modo, Touriño, Feijóo y Anxo Quintana tendrían una relación detallada de los asuntos más controvertidos.

Las diferencias entre los grupos, según fuentes de la ponencia, siguen siendo básicamente las mismas que en noviembre y giran en torno a la identidad nacional, el deber de conocer el gallego y el papel de las diputaciones provinciales y nadie espera ningún cambio sustancial de aquí al próximo miércoles. Mientras tanto, la estrategia de los partidos pasa por negar estar defendiendo posiciones numantinas e intentar poner en evidencia las contradicciones de sus interlocutores. El BNG insiste en que Touriño debe defender el acuerdo que firmó con Quintana sobre el Estatuto en el que ambos reclaman el reconocimiento nacional de Galicia, pero los socialistas precisan que para cumplir ese requisito no es imprescindible que conste la palabra "nación", el término que desde hace meses se ha convertido en el nudo gordiano de la reforma.

Feijóo reiteró ayer en Ferrol que si no hay acuerdo no va a ser por culpa de su partido y replicó a Touriño asegurando que la única máquina de calcular que llevará la reunión del miércoles será la de Galicia, pensando en sus necesidades financieras, informa Lorena Bustabad.

A su vez, el límite que los nacionalistas se han autoimpuesto es que Galicia no quede "ni un centímetro por debajo de Cataluña". Así lo reiteró ayer en una conferencia en A Coruña el propio Quintana, según el cual aunque hay "dificultades innegables", ninguna de ellas es "insalvable". El Estatuto "es de todos o no será", declaró el vicepresidente al suscribir "plenamente" el llamamiento de Touriño a superar discursos electoralistas. Quintana llevará el día 17 a la cita con los líderes del PSdeG y del PP su propuesta por escrito a sabiendas de que no prosperará. Aceptará, indicó, la solución de consenso que impulse Touriño siempre y cuando recoja "el acuerdo de mínimos" que suscribieron sobre el Estatuto socialistas y nacionalistas hace unos meses. Y, advirtió que no deberá suponer ninguna rebaja con respeto al Estatuto que los catalanes consiguieron para su autonomía. "Es tiempo de valentía política", reclamó Quintana al rechazar un acuerdo similar al alcanzado por todos los partidos de Andalucía, informa Paola Obelleiro.