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El alcalde de Beniatjar pidió ayuda a una promotora para redactar el PGOU

Francisco Giner anulará el concierto previo ante el rechazo vecinal y de la oposición

Sara Velert

El alcalde de Beniatjar, Francisco Giner Monzó, del PP, admitió ayer que pidió a una promotora que ha comprado suelo en la localidad que diera "un empujón" a la redacción del concierto previo del Plan General de Ordenación Urbana. Giner incluso afirmó en un pleno que una empresa pagaría parte de la elaboración del concierto previo, que prevé reclasificar medio millón de metros cuadrados en una localidad de sólo 236 habitantes. Vecinos y el Bloc rechazan este crecimiento y han recriminado al alcalde su vinculación con la promotora. Éste anunció ayer que anulará el plan.

El regidor admite que se dirigió a la empresa para que diese un "empujón" al plan

La población de Beniatjar, en La Vall d'Albaida, apenas tiene recursos propios, de modo que la Diputación de Valencia -que preside Fernando Giner, del PP- asume la contratación de sus empleados, entre ellos la secretaria municipal y técnicos. La Diputación también aportó cerca de 12.000 euros a la redacción del concierto previo -el documento base para el Plan General de Ordenación Urbana-, cuya exposición pública terminó ayer con el anuncio del alcalde de que lo retiraba.

En una reunión celebrada el miércoles, varios vecinos denunciaron la relación del alcalde con la promotora Villas del Benicadell, SL, que desde 2005 ha comprado decenas de hanegadas de terreno que ahora figuran en parte en el área a reclasificar, entre ellas campos de la familia del alcalde.

Giner intentó desmarcarse de la empresa, pero lo cierto es que ya admitió la supuesta implicación de una promotora en el concierto previo en el pleno del pasado septiembre, cuando afirmó que el municipio no tenía dinero suficiente para costear el estudio, por lo que se pagaría con la aportación de la Diputación y de una empresa cuyo nombre no citó en ese momento. El portavoz del Bloc, Lluís Calatayud, confirma la escena y explica que la secretaria no incluyó el comentario en el acta, de modo que exigió en diciembre que se "rectificara y añadiera".

"Eso es así, consta en acta", admitió ayer el alcalde, que en ningún momento desmintió que se refiriera a Villas del Benicadell. Es más, Giner reconoció a este periódico que pidió a la promotora "que diese un empujón y ayudara" a sacar adelante la redacción del concierto previo. Sin embargo, se apresuró a aclarar que no ha solicitado a la promotora que pague la factura del documento, al tiempo que aseguró que buscará la ayuda de la Diputación.

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Giner evitó especificar de qué otro modo podía una inmobiliaria con terrenos en la localidad dar un "empujón" al plan general. Los dos arquitectos que han trabajado en el concierto previo niegan haber tenido contacto con Villas del Benicadell y en la reunión del miércoles advirtieron de que esa relación no sería lícita. Varios de los asistentes denunciaron el conflicto de intereses en torno al plan y el Bloc exigió que se redactara uno nuevo. El alcalde, por su parte, presume de tener "la conciencia tranquila" porque no hay ningún contrato entre el Ayuntamiento y la promotora y "no es seguro" que el futuro desarrollo del suelo reclasificado se lo adjudique Villas del Benicadell.

Este periódico intentó ayer sin éxito localizar al gerente de la promotora, Vicente Blasco, que figura como administrador único de la empresa constituida a mediados de 2005 y está vinculado a una empresa textil. Según fuentes municipales, Blasco ha celebrado en el último año varias reuniones con posibles compradores y el alcalde ha animado a los vecinos a venderle sus campos. Giner sólo admite haber intermediado en un caso y que su padre también ha vendido a Villas del Benicadell, SL. Un terreno que "quedará fuera" del área a urbanizar en el nuevo concierto previo, que reducirá el suelo urbanizable, asegura.

Con la retirada del documento ante la polémica y los reproches de vecinos y oposición tanto por el crecimiento desmedido como las relaciones con la empresa, Giner da marcha atrás a un plan que implicaba elevar la población de 236 a cerca de 1.400 vecinos, con una urbanización de media densidad en un área que, según el Bloc, no es la de crecimiento "natural" de la población.

El pueblo de Beniatjar, en una imagen tomada desde las estribaciones del Benicadell.
El pueblo de Beniatjar, en una imagen tomada desde las estribaciones del Benicadell.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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