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Reportaje:Fútbol | 17ª jornada de Liga

"No sé lo que nos pasa"

Capello cree que el Madrid acusó la presión, y reconoce que el Depor se impuso "por sus méritos"

Fabio Capello debutó en el banquillo del Real Madrid precisamente en A Coruña. Fue el 31 de agosto de 1996, en la primera jornada. En aquella ocasión consiguió arañar un empate (1-1). El técnico italiano se conjuró ahora durante toda la semana para acabar con el mal fario en Riazor. El exorcismo que realizó en el planteamiento inicial tampoco le resultó y su equipo lleva ya tres lustros sin vencer en el terruño deportivista. "No se pudo acabar con el meleficio", se lamentó al comenzar la rueda de prensa; "el Deportivo ha ganado por sus méritos. Después del primer gol, ha presionado mucho. Nosotros hemos tenido oportunidades de meter algún gol, pero pocas".

Ese primer gol, conseguido por Capdevila en un lanzamiento de falta al aprovechar un hueco en la barrera, le dolió mucho a Capello: "Ha sido un regalo. Faltaba Guti [estaba lesionado], el cuarto hombre de la barrera". No dio nombres, pero todo apunta a que pensaba en Casillas, ya que el portero es el que fija la línea protectora.

"A Gago le gusta la responsabilidad. Me ha gustado. Lo cambié al verle cansado"
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El Madrid no encontró un rumbo claro para descerrajar la cámara acorazada que Joaquín Caparrós planteó en el centro del campo con los correosos Duscher y De Guzman. Tampoco pareció tenerlo mucho más claro el entrenador. Concedió la responsabilidad de mover el equipo a Gago y éste vagabundeó por el centro del campo mostrándose más voluntarioso que acertado. A Capello no le pareció excesivo que el debutante asumiese ese papel: "Es un chaval que juega en la selección argentina. La gusta la responsabilidad. A mí me ha gustado, aunque lo tuve que cambiar cuando lo vi un poco cansado".

Los que tuvieron que ver el partido en el palco fueron Robinho y el argentino Higuaín. El italiano prefirió la baza de Cassano, con el que tuvo roces durante toda la semana, a las diabluras del brasileño. "Es que no puedo poner a 22", se justificó.

Capello tampoco contó con Marcelo para sustituir a Roberto Carlos, y eso que ha ocupado la vacante que éste ha dejado en la selección brasileña. Prefirió entregar la banda izquierda a Sergio Ramos: "No me arrepiento. No podemos poner a dos jugadores jóvenes en un partido tan difícil en el mismo momento. Los chavales se pueden quemar. Lo digo por mi experiencia".

Tras perder contra el Recreativo en el Bernabéu, el técnico italiano afirmó que sabía cuáles eran los motivos del naufragio y esbozó que la plantilla tenía la cabeza puesta en las vacaciones. Cuando anoche le preguntaron si también los sabía, respondió: "No. No los sé. Creo que fue la presión". Tampoco quiso señalar culpables: "Ganan todos, pierden todos. El responsable de las dos cosas soy yo".

Sobre la discutible temporada que está realizando Cannavaro, el balón de oro, y su falta de contundencia en un pase de la muerte que realizó Arizmendi y envió Cristian al fondo de las redes, Capello comentó que "le sale todo mal en estos momentos". Pero lo dijo con una sonrisa en la cara.

Sobre el minuto 10 del primer tiempo se lesionó Guti y se acabó el Madrid. Capello miró al banquillo y ordenó calentarse a Cassano y Marcelo. Pero Capdevila metió la falta y Capello cambió de opinión. Ordenó que entrase Beckham: "Les mandé calentarse porque estaba pensando qué hacer. Beckham me pareció que era el que nos daba más equilibrio. Tengo que elegir a uno".

Capello afirmó que la decisión de enviar a la grada a Robinho había sido "muy meditada", pero se negó a revelar la causa.

Antes del calentamiento de su equipo, Capello recibió la visita de Ramón Calderón, el presidente de su club. Declaró que no le había dado un ultimátum: "Me comentó que acababa de llegar de Nueva York y que allí hacía 20 grados. Estuvimos hablando de eso. Nada más. Yo no puedo impedirle que baje al campo".

En Riazor, Capello se refugio casi todo el partido en el banquillo. Salió en un par de ocasiones e incluso recibió la visita de Joaquín Caparrós recriminándole que protestase una jugada. Al final, se disculparon.

En la plantilla blanca hay un futbolista que sí lo tiene claro y lo expresó con rotundidad. Fue Reyes: "Así no vamos a ninguna parte".

Marcelo cae tras la entrada de Duscher.
Marcelo cae tras la entrada de Duscher.EFE

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