"Hemos concienciado a la gente de la necesidad de ahorrar agua"

Los casi dos años que Antonio Rodríguez Leal (Amer, Girona, 1950) lleva al frente de la Cuenca Mediterránea Andaluza han estado marcados por la sequía que ha azotado a Andalucía oriental. Aunque lo peor de la fase de escasez parece haber pasado -en parte gracias al decreto que imponía limitaciones en el consumo de agua y en parte gracias a las oportunas lluvias de octubre pasado- la situación sigue siendo preocupante, sobre todo en la provincia de Almería.

Pregunta. ¿Qué balance hace del pasado 2006?

Respuesta. Hemos estado volcados en la gestión de la sequía, y creo que se ha hecho una gestión digna. Para mí el logro más notable ha sido concienciar a los ciudadanos ante el decreto de sequía. En el litoral malagueño, donde los consumos eran cada vez mayores, se ha conseguido reducir el gasto entre el 12% y el 14% de media. Otro aspecto muy importante es que hemos empezado a controlar el uso de los recursos, tanto por parte de los municipios como de los grandes concesionarios de agua, un aspecto que la anterior Confederación Hidrográfica del Sur no conocía. Hemos obligado a los grandes consumidores a instalar contadores volumétricos y a comunicarnos los datos de consumo para saber mejor cómo se usan los recursos de agua subterránea.

"Es hora de levantar la imagen creada en la época negra de José Antonio Villegas"

P. Además de limitar los consumos se han llevado a cabo numerosas obras de emergencia.

R. Son trabajos de poco relumbrón, que muchas veces consisten en consolidar infraestructuras ya existentes para evitar problemas si la sequía se prolonga. Una de las más significativas, pero que ha pasado desapercibida es la incorporación de un depósito para reutilizar las aguas que se usan para lavar los filtros de la potabilizadora de Marbella. Esos dos hectómetros cúbicos, que son oro líquido, equivalen al 3% del agua que se consume en la Costa del Sol, y antes iban a parar al mar.

P. ¿Cuál es la situación actual de la sequía?

R. En estos momentos Málaga capital y el valle del Guadalhorce siguen bajo la sequía, y tenemos una situación complicada en Almería. En la zona de Cuevas del Almanzora, por ejemplo, tenemos la grandísima dificultad de que aunque tenemos infraestructuras para realizar un trasvase desde el Tajo y el Negratín, la situación en las cabeceras de estos ríos es tan mala que es imposible que en enero podamos trasvasar ni un hectómetro cúbico a los regantes.

P. Sin embargo, en esa zona de Almería no se para de construir urbanizaciones. ¿Cómo compaginar el tremendo desarrollo urbanístico con una agricultura potente?

R. Lo de Almería es casi un milagro pero la prioridad es el abastecimiento humano. El programa Mas Agua [del Ministerio de Medio Ambiente] se basa en tres patas: gestión impecable de los recursos, reutilización de aguas recicladas y desalación. En Almería faltan unos meses para que el agua de la desaladora de Carboneras llegue al norte de la provincia. Nos espera un año difícil, pero llegará agua desalada suficiente. En agosto llegará a Garrucha y a final de año supliremos las carencias de los regantes.

P. Aunque no pertenece a la Cuenca Mediterránea Andaluza, ¿cómo se explica que haya promotores y ayuntamientos que promueven urbanizaciones donde no hay agua, como en Seseña (Toledo)?

R. Los organismos de cuenca tenemos la obligación de informar sobre cada urbanización que suponga una concesión importante de agua, sin embargo, aunque es muy riguroso, el informe es sólo orientador. Las comisiones provinciales de urbanismo deberían atenerse a ellos, pero no están obligadas y puede haber gente muy aventurada que tire para adelante con informes negativos. Nosotros tratamos de buscar alternativas en el uso del agua. Así, algunos desarrollos urbanísticos tienen agua por una concesión para uso agrícola que ha decaído.

P. La Cuenca Mediterránea Andaluza arrastra una imagen de organismo torpe y excesivamente burocrático...

R. Es hora de levantar un poco esa imagen creada en la época negra de José Antonio Villegas [ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur]. Se ha cambiado de mentalidad y de forma de trabajo diario, de manera fenomenal. La capacidad técnica del personal de la cuenca es un patrimonio a conservar por la Administración andaluza. Son personas con unos conocimientos extraordinarios, con experiencia muy extensa y que ayudan a gestionar situaciones complicadas con brillantez. No es justo que se siga estigmatizando a este edificio, porque ahora se hace un trabajo abierto a la ciudadanía, ágil y eficaz.

P. Los pueblos del valle de Guadalhorce se han levantado contra el proyecto de construir un azud en el río Grande...

R. Se han cometido muchas torpezas. No habíamos previsto la contestación social de la obra, sobre todo Acuamed, que la financia y la dirige. En la memoria de la actuación se deja traslucir que es un primer paso para la construcción de la presa de Cerro Blanco. Eso fue un error imperdonable porque es una obra a la que la Junta de Andalucía se opone. Hemos autorizado un azud de derivación que nada tiene que ver con una presa de retención o regulación de caudales. Es confundir un coche con una patineta. Garantizamos el mantenimiento del caudal ecológico del río y la reserva de las dotaciones para los regantes que ahorran disponen de ella. Es una actuación que entre octubre y abril va a permitir que excedentes de agua que van al mar puedan usarse no solo para abastecer a Málaga sino a los pueblos del valle.