La flota de cerco vuelve a faenar en el golfo de Cádiz tras la parada biológica

Un centenar de embarcaciones de pesca de Cádiz y Huelva, de la modalidad de cerco, vuelven hoy a faenar en aguas del golfo de Cádiz tras 60 días de parada biológica para favorecer la regeneración del caladero.

Antonio Varo, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Barbate (Cádiz), una de las afectadas por el amarre, advirtió de que el sector se enfrenta a una situación "difícil" ya que, según los estudios realizados, las especies en fase de crecimiento "aún no han alcanzado la talla mínima" exigida para permitir su captura y comercialización, (por ejemplo, 15 centímetros en el caso de la sardina), de forma que las labores se verán "muy limitadas" tras dos meses de inactividad.

Por su parte, Nicolás Fernández, secretario de la cofradía de Conil (Cádiz) pidió a la flota que realice un "regreso escalonado al caladero" para evitar que en los primeros días haya una presión extractiva que vuelva a dejar a la zona de pesca en malas condiciones.

Durante la parada, cada uno de los 800 marineros afectados ha percibido una ayuda de 25 euros diarios, dinero financiado por la Unión Europea y gestionado por la Junta.