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Columna
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Las uvas del fraude

Hoy mismo, y antes de que den las doce de la noche y se esfume la última hoja del almanaque de 2006, háganle caso al presidente Camps y asómense a la web recién estrenada del PP de la Comunidad Valenciana. Porque, en efecto, es una ventana abierta para que "todo el mundo sepa todo del PP", es decir, los pecados urbanísticos que se han perpetrado en estos últimos años, muchos de ellos aún sin penitencia, los contratos a la remanguillé de vocalistas y el artístico belén de los imputados, que ya son rebaño y pastor. Si se sacan otro mandato, o se inventan un nuevo boliche o hacen el top ladrillo o se recalifican el Palau y Sant Miquel dels Reis, para adosados y green, porque monte y espacio natural ya no dan ni para ir en fila india, y lo que es costa, apenas un palmo para colar el cubo y la pala del niño y agotar de un chupito todo el Mediterráneo que nos queda, con pestilencias de residuos incluidas. Si se sacan otro mandato, nos malvan hasta los tiestos de la abuela. No contento con la web, el presidente Camps se nos aparecerá, seguramente por su televisión privada -aunque le apoquinemos cada quien unos céntimos-, para endilgarnos el discurso de Año Nuevo. Pero, oiga usted, ¿qué le hemos hecho a este hombre? Y encima, según los periódicos, lo filmaron, con sigilo y nocturnidad, y con el Castillo de Santa Bárbara de Alicante de fondo. Una de esas imágenes que te almidonan para la posteridad, ¿se percatan?: el ascético perfil del presidente Camps, junto a la pétrea y emblemática Cara del Moro. De monumento a sello postal. Y luego lo de las uvas. Que se anden con mucho tiento, en las cercanías de los comicios, los candidatos a la Generalitat y a las alcaldías, porque, como es bien sabido, el hollejo, el orujo, las semillas, se han llevado por delante a más de un ilustre, que no ha necesitado ni un solo voto, para recogerse hecho polvo en la urna. Y si además del hollejo, del orujo, de las semillas, se le mete a la fruta el fraude denunciado por la Agencia Tributaria, en la empresa pública Sociedad Parque Temático de Alicante, relacionado con el fraude de las facturas falsas de Terra Mítica, y, por si fuera poco, se le añade el endeudamiento de la Generalitat, que consta en el informe del Síndic, tragarse doce granos así, y a ritmo de badajo, es más que una proeza, una temeridad y un riesgo. Mejor sería tragarse, en lugar de esos doce granos, doce estampas de Santa Rita, que según dicen los hagiógrafos es abogada de imposibles, aunque no se sabe si dará para tanto. Termina el año y las campanadas de la medianoche sonarán a puntos suspensivos. 2007 llega hirviendo y rebosante de incertidumbres, de querellas internas en el PP, por lo de las problemáticas listas, de amoladores para afilar promesas y programas, de presumibles mudanzas en las instituciones, de escaños y poltronas en estado gaseoso, de ilusiones y obcecaciones, de cargos y carguitos de peloteo y almoneda. En fin, que si aún quedan, dejen en paz a las perdices. La felicidad es un PAI.

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