Tropas británicas toman una comisaría de Basora y liberan a 127 prisioneros

Un millar de soldados británicos destacados en Basora tomaron ayer por asalto, con el apoyo de tanques, una comisaría de la policía iraquí y rescataron a decenas de prisioneros que estaban a punto de ser asesinados, tras abatir a siete hombres armados. Después, el edificio fue demolido con explosivos.

Según un portavoz militar, la Unidad contra el Crimen de Basora, integrada por 400 hombres, se había convertido ella misma en "una empresa criminal", y su cuartel general era un símbolo de opresión para los vecinos de esta ciudad del sur de Irak. En sus celdas se hacinaban 127 prisioneros, todos supuestos criminales, "en condiciones terribles", según el capitán Tane Dunlop. Muchos tenían los pies o las manos aplastados, o presentaban balazos en las rodillas, claras señales de tortura. "¿Unidad contra el crimen? Eso es lo que impulsaba, en lugar de prevenirlo", explicó Dunlop.

Desde hace meses, las milicias chiíes que pretenden hacerse con el control de Basora, centro de una importante zona petrolera, han ido infiltrándose en las fuerzas policiales. La semana pasada, las tropas británicas detuvieron a varios jefes de la unidad, implicada en asesinatos, ataques contra las fuerzas de la coalición y secuestros en la ciudad. Sin embargo, el plan inicial de desmantelar el cuerpo, que contaba con el apoyo del Gobierno iraquí, se precipitó el fin de semana, después de que los mandos británicos supieran que muchos prisioneros estaban a punto de ser asesinados. Fue entonces cuando decidieron asaltar el cuartel. Durante la operación, la columna de tanques y blindados británicos fue atacada con ametralladoras y lanzagranadas. Siete hombres armados murieron en el enfrentamiento.